Madrid.- Ayer fue izada la cubierta del nuevo hangar de Iberia Mantenimiento en Barcelona, el momento más espectacular, y también más delicado, de su construcción, según informó la compañía.
El conjunto izado pesa 1.100 toneladas, formado por la propia estructura de la cubierta, de 850 toneladas, así como de otras instalaciones necesarias para el hangar, como los sistemas contra incendios o eléctricos. Para su elevación han sido necesarios 14 gatos hidráulicos, colocados en bases especiales, tanto en los laterales como en la parte la trasera del hangar. El conjunto se ha elevado a una altura de 25 metros, que será el espacio libre en el interior de la nave, aunque la altura total del edificio será de 40 metros.
La cubierta se ha construido previamente en el suelo del edificio, en un proceso que ha durado cinco meses. Está formada por unas 12.800 barras de acero unidas entre sí por 3.000 esferas que hacen de nudo, las más grandes de las cuales llegan a pesar 500 kilogramos cada una. La cubierta queda sustentada por dos arcos laterales anclados a dos muros de hormigón y a una serie de pilares metálicos en la parte posterior del hangar.
El techo izado tiene una superficie de 11.000 metros cuadrados, aunque alcanzará los 13.150 metros cuadrados cuando se terminen las labores de cerramiento.
El nuevo hangar será una nave de diseño singular y muy diferente al resto construidas en otros puntos de Europa puesto que tendrá una forma ovalada, en lugar de rectangular, y una pared acristalada, de 155 metros cuadrados, para la entrada de luz natural.
Muy cerca de la terminal T2 (antigua Terminal C), el hangar tiene una superficie de 13.200 metros cuadrados, sobre una parcela de 24.000 metros cuadrados. El hangar se inaugurará en octubre y empezará su actividad un mes después, una vez hayan podido hacerse las tareas de comprobación de equipos, instalaciones y pruebas eléctricas. Esta infraestructura ha supuesto una inversión de 24 millones de euros, el 75% lo aporta Iberia y el 25% el Consorci de la Zona Franca.