Sydney.- El tribunal australiano especializado en el arbitraje de conflictos industriales ordenó ayer la vuelta inmediata al trabajo del personal de la compañía Qantas, que se había declarado en huelga. La aerolínea había cancelado todos sus vuelos dejando en tierra a más de 70.000 pasajeros.
El tribunal ha dado un plazo para que Qantas y los sindicatos concluyan satisfactoriamente las negociaciones. De no llegar a un acuerdo, será el propio tribunal el que dicte sentencia sobre la disputa.
La compañía aérea s anunció el pasado fin de semana la suspensión de todos sus vuelos por la huelga que lleva a cabo su personal de tierra en reclamación de mejoras salariales y laborales que llevó al Gobierno a acudir a los tribunales por considerar que pone en riesgo tanto a la aerolínea como a la economía del país.
Más de 70.000 pasajeros resultaron afectados por la cancelación inmediata de más de 600 vuelos de la aerolínea, que con esta decisión se expone a pérdidas operativas de unos 15 milllones de euros diarios. La aerolínea ofreció vuelos alternativos y alojamientos en hoteles a los pasajeros afectados, pero ayer hasta 108 aviones de la aerolínea quedaron en tierra en 22 aeropuertos de todo el mundo.
La primera ministra australiana, Julia Gillard, hizo un llamamiento a todo el personal de la compañía de bandera para que se ponga fin al problema que ha dejado en tierra la flota de la aerolínea Qantas.
Las aerolíneas filiales de Qantas -Jetstar, Qantaslink y Jetconnect-, no se ven afectadas por la suspensión de vuelos.
El anuncio de la cancelación sorprendió al Gobierno de la primera ministra cuando se celebraba la cumbre de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) en Perth, en el oeste del país, con la presencia de más de 50 líderes mundiales y miles de delegados. Esto compromete aún más la situación, ya que muchos de los asistentes a la cumbre debían regresar ayer en aviones de la aerolínea en huelga.