Bruselas.- La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo mantiene abierta una parte de las quejas de los controladores aéreos españoles sobre la seguridad aérea en España y además, será remitida a la comisión de Transporte para su análisis. Sin embargo, ha decidido cerrar la cuestión referida a las nuevas condiciones laborales de los controladores.
Las peticiones presentadas por dos controladores españoles se han centrado en el posible perjuicio que ha supuesto el cambio de la normativa que regula las condiciones laborales de este sector en España y sus efectos sobre la seguridad aérea del país. Los controladores piden que se excluya el espacio aéreo español del cielo único europeo puesto que la situación se ha degradado causando un aumento de los incidentes aéreos. La comisión de Peticiones ha decidido cerrar la cuestión referida a las condiciones laborales de los controladores, siguiendo la respuesta de la Comisión Europea que considera que no hay indicios de infracción de la normativa comunitaria ya que las quejas de los peticionarios referidas a la situación laboral no son competencia europea, sino de las autoridades y tribunales españoles.
En lo que concierne a la parte de la queja sobre la salud de los controladores y la seguridad aérea, la Comisión cree que sí pueden recaer sobre la UE, por lo que los estudiará junto a los nuevos datos aportados por los peticionarios. Los controladores alegan que el cambio de legislación no ha producido una mayor eficiencia y eficacia, sino un aumento del conflicto, del número de controladores que se encuentran en tratamiento médico -especialmente psicológico- y de las pérdidas que asumen las compañías aéreas por las demoras.