Pasadena.- Los científicos de la Nasa, estudiando el movimiento de la sonda Cassini, han sabido que Titán, la luna más grande de Saturno, está compuesta por hielo y roca en proporciones similares, pero necesitaban los datos de gravedad para darse cuenta de cómo los materiales estaban distribuidos.
Estudiando de modo preciso el movimiento de la nave espacial Cassini durante sus acercamientos a la luna Titán de Saturno, los científicos han determinado la distribución de materiales en el interior de la luna. Los leves tirones gravitatorios que midieron sugieren que el interior ha sido demasiado frío y lento para diferenciarse completamente en capas separadas de roca y hielo.
El descubrimiento demuestra cómo Titán evolucionó de forma diferente a como lo hicieron los planetas interiores como la Tierra, o las lunas heladas como Ganímedes de Júpiter, cuyos interiores se han separado en capas diferenciadas.
«Estos resultados son fundamentales para comprender la historia de las lunas del Sistema Solar exterior,» dijo el científico del Proyecto Cassini Bob Pappalardo, comentando los resultados de las investigaciones de sus colegas. Pappalardo trabaja en el Laboratorio Jet Propulsion (JPL) de la Nasa en Pasadena, California. «Ahora podemos comprender mejor el lugar de Titán dentro del grupo de satélites helados en nuestro Sistema Solar.»
Los científicos han sabido que Titán, la luna más grande de Saturno, está compuesta por hielo y roca en proporciones similares, pero necesitaban los datos de gravedad para darse cuenta de cómo los materiales estaban distribuidos.
Resulta que el interior de Titán posee hielo que está acompañado de roca que probablemente nunca se calentó más allá de una temperatura levemente cálida. Sólo en los 500 kilómetros superiores de Titán el hielo está libre de toda presencia de roca, mientras que el hielo y la roca están mezclados en diferentes grados a una profundidad mayor.
«Para evitar que el hielo y la roca se separen, tienes que evitar calentar el hielo demasiado», dijo David J. Stevenson, uno de los coautores del artículo y profesor de ciencia planetaria en el Instituto Tecnológico de California. «Esto implica que Titán se formó con bastante lentitud para ser una luna, en quizás alrededor de un millón de años o por ahí, poco después de la formación del sistema solar».