Singapur.- La demanda de carga aérea creció un 3,5% en 2018, una desaceleración significativa con respecto a 2017 que registró un crecimiento extraordinario del 9,7%. El debilitamiento del comercio global, la caída de la confianza del consumidor y los vientos geopolíticos en contra contribuyeron a una desaceleración general del crecimiento de la demanda que comenzó a mediados de 2018. En enero de 2019 se ha registrado una contracción interanual del 1,8%.
En este sentido, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha hecho un llamamiento a los gobiernos y la industria de carga aérea para adaptarse a la creciente demanda de carga aérea y asegurar que los beneficios económicos y sociales de la aviación puedan maximizarse, durante la celebración del World Cargo Symposium.
Así, ha solicitado la modernización de los procesos de la industria para satisfacer de manera eficiente la duplicación de la demanda esperada en las próximas dos décadas por los clientes de los mercados más prometedores de la industria (comercio electrónico y transporte).
Además, la IATA pidió un progreso más rápido en la digitalización de la cadena de suministro y un uso más efectivo de los datos para impulsar mejoras en la calidad operativa. La visión digital de la industria se centra en cuatro áreas: Implementación global de la guía aérea e-Air (e-AWB); adopción universal de un lenguaje de datos común: estándares de carga XML; intercambio inteligente de datos; y el uso de datos de rendimiento para impulsar mejoras de calidad.
Por otro lado, desde la asociación se ha pedido la modernización de las instalaciones de carga aérea. “El sector del comercio electrónico está buscando almacenes completamente automatizados de estantes altos, vehículos ecológicos autónomos y empleados equipados con inteligencia artificial y herramientas de realidad aumentada. El almacén de carga promedio hoy en día es una vista impresionante. Pero hay una enorme brecha que llenar”, ha explicado Alexandre de Juniac, director general y CEO de la IATA.
“El problema no es la tecnología. El problema es la velocidad de comercialización. Es excepcionalmente difícil impulsar el cambio en una industria global con un gran número de partes interesadas donde la seguridad es la máxima prioridad. Pero no es una misión imposible. Desafío a las partes interesadas a encontrar formas para impulsar un cambio crítico a la velocidad que esperan nuestros clientes”, ha comentado de Juniac.