Perth.- Airbus Defence and Space ha inaugurado en Wyndham (Australia) la primera base de vuelo para pseudosatélites de gran altitud (HAPS) en el mundo, que servirá como punto de lanzamiento para el vehículo aéreo no tripulado (UAV) Zephyr.
La elección de este lugar se debe a que su espacio aéreo apenas tiene restricciones, así como por la estabilidad de su clima y por la importante inversión de Airbus en el programa Zephyr, aseguran fuentes de la compañía.
Zephyr es el UAV estratosférico y eléctrico solar líder en el mundo. Funciona exclusivamente con energía solar por encima de los fenómenos meteorológicos y del tráfico aéreo convencional. Su capacidad completa la de los satélites, los UAV y las aeronaves tripuladas, y proporciona servicios locales persistentes similares a los que ofrecen los satélites.
“Estoy encantado de dar la bienvenida al equipo de Airbus y a su proyecto Zephyr a Australia Occidental. Con ello culmina casi un año de duro trabajo por parte de Airbus y de mi Gobierno para traer esta fascinante e innovadora tecnología a nuestro estado. La aeronave Zephyr ofrece nuevas capacidades para los clientes del sector comercial y militar, e impulsará la economía de la región de Kimberley”, ha declarado el primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan.
Por su parte, Jana Rosenmann, Head of Unmanned Aerial Systems de Airbus, asegura que “la inauguración oficial del punto de lanzamiento de Airbus en Wyndham, Australia Occidental, es el primer centro de operaciones de HAPS del mundo y marca el inicio de una nueva era para Zephyr. Estamos orgullosos de ver cómo Australia forma parte de la red operativa de Zephyr. El centro representa nuestra puerta de acceso a la estratosfera y, de ahora en adelante, será la base de vuelo principal de Zephyr”.
Zephyr aportará nuevas capacidades de visión, detección y conexión tanto a clientes civiles como militares. Zephyr tendrá el potencial de revolucionar la gestión de las catástrofes, por ejemplo, vigilando la propagación de incendios forestales o de los vertidos de petróleo. Proporciona vigilancia persistente, ya que rastrea el cambiante paisaje del planeta, y proporcionará comunicaciones a las áreas que tienen más falta de conexión en el mundo.