Madrid.- Coincidiendo con su presencia en el Simposio de Formación para Aerolíneas Europeo (EATS), la firma española Simloc anuncia la culminación con éxito del diseño, fabricación y montaje de un simulador genérico de tipo A320SR certificable, para la canaria Brokair Aviation Group, un desarrollo pionero, ya que va integrado, por primera vez, en la cabina de un fuselaje real.
Hace unos meses Brokair Aviation Group anunciaba la adquisición de este simulador Simloc, tipo genérico A320SR MCC, a través de su división Brokair Aviation Academy. Con este moderno simulador Brok-air se convierte en el primer centro de Canarias que podrá ofrecer formación de primer nivel a distintos colectivos del ámbito aeronáutico.
Según fuentes de la compañía, con la integración del simulador en la cabina “seremos capaces de dar cursos de formación básica para Técnicos de Mantenimiento de Aeronaves (TMA), cursos de Tipo de Aeronaves para TMA´S certificadores hasta los cursos específicos para pilotos MCC (Multi Crew Cooperation), preparación para pruebas de aerolíneas, cursos de iniciación al vuelo y para Tripulantes de Cabina de Pasajeros (TCP), dentro de unas instalaciones únicas en las islas”.
Para el fabricante, la firma madrileña Simloc, el reto no ha sido pequeño. “Lo abordamos con mucha ilusión, porque ha sido un proyecto muy poco común”, afirma Manuel García-Muñoz, ingeniero electrónico de Simloc. “Dado que nosotros ya teníamos un simulador genérico certificable, la solicitud de Brok-air era una magnífica oportunidad para demostrar su calidad, con el reto de adaptar alguna de sus características a este nuevo escenario”.
Como resultado, Simloc ha conseguido un dispositivo de entrenamiento de pilotos que se mimetiza totalmente con toda la instalación de la cabina y todos los paneles originales. Una vez pintado y enmoquetado todo el conjunto, la impresión es la de entrar en un avión completamente nuevo, con una cabina totalmente funcional.
El fuselaje de Brok-air cuenta con dos puertas de acceso principal al avión, rampa de evacuación, 14/17 filas de asientos de pasajeros, zonas de servicio, baños y demás elementos propios de un avión de este tipo.
“Pero lo más complicado ha sido el visual”, dice García-Muñoz, “porque nuestras cabinas de simulación están apoyadas sobre el terreno y, dado que el simulador de Brok-air está dentro de un avión real, a una altura real, nos pidieron un visual aéreo, elevado frente a la cabina, sin ningún apoyo en el suelo, para dejar libre el paso de personas y material dentro de la nave donde está emplazado. Ese era el gran desafío.”
La solución de Simloc fue diseñar y fabricar una estructura semicircular de aluminio, de seis metros de diámetro, y una serie de soportes y zapatas de anclaje, que han permitido que el visual quede completamente elevado, como demandaba el cliente, sin que el fuselaje sufra ningún daño.