Madrid.- El Consejo de Seguridad Nacional, reunido este lunes en el Palacio de la Zarzuela bajo la presidencia del Rey Felipe VI, ha acordado el procedimiento para la elaboración de una Estrategia de Seguridad Aeroespacial, una iniciativa ya contemplada en la Estrategia de Seguridad Nacional 2017 para hacer frente a las amenazas de diversa índole a las que están sometidos el espacio aéreo y ultraterrestre.
En efecto, el Boletín Oficial del Estado publicó el Real Decreto 1008/2017, de 1 de diciembre, por el que se aprobó la Estrategia de Seguridad Nacional 2017, en la que se señalaba la “vulnerabilidad del espacio aéreo y ultraterrestre”.
“Determinadas infraestructuras, como las energéticas, los flujos de información financiera, o el normal funcionamiento de determinados servicios básicos para la sociedad, se subordinan al buen uso del espacio ultraterrestre y el ciberespacio.
“El espacio aéreo puede ser escenario de violaciones a la seguridad y al orden internacional por parte de actores estatales y no estatales. Las acciones contra la aviación comercial y sistemas de control de navegación y todo tipo de tráficos ilícitos por vía aérea son ejemplos con potencial de alteración del orden mundial.
“Asimismo, el posible uso de aeronaves pilotadas remotamente (drones) para acciones de naturaleza agresiva o ilícita por parte de Estados u organizaciones no estatales, constituye otro ejemplo actual que justifica la protección del espacio aéreo.
“Por otra parte, armas de alta tecnología con amplia capacidad de actuación, sofisticados equipos de reconocimiento y vigilancia, los sistemas de posicionamiento, y buena parte del intercambio de la información digital, dependen de las comunicaciones vía satélite. En este sentido, el abaratamiento de costes que facilita el acceso a la tecnología satelital ofrece grandes oportunidades en ámbitos como la exploración espacial, pero al mismo tiempo acarrea importantes riesgos como el incremento en basura espacial.
“La competición entre Estados por el acceso, uso y control del espacio ultraterrestre va a seguir creciendo, dado su gran valor estratégico y comercial. El despliegue de tecnologías anti-satélite diseñadas para deshabilitar o destruir satélites podría incrementar la tensión global”, concluía la Estrategia de Seguridad nacional 2017..