Madrid.- “Tormentas en el espacio aéreo de Madrid. Por seguridad espaciamos más los vuelos desde el Centro de Control y llegadas a Barajas”. Así anunciaban desde Enaire las fuertes lluvias que cayeron sobre la capital de España la tarde del jueves y que inundaron la T4 del aeropuerto de Madrid, la terminal más importante de España y una de las primeras de Europa por volumen de pasajeros.
En un vídeo hecho llegar a la Redacción de Actualidad Aeroespacial se aprecia la fuerza con que cae el agua desde la cubierta de un moderno edificio inaugurado hace poco más de 10 años cuyo coste llegó casi a los 7.000 millones de euros. Empleados del servicio de limpieza aparecen recogiendo con bayetas, cubos y fregonas el agua procedente del techo.
El problema no es nuevo. Las inundaciones de la T4 del aeropuerto madrileño ya se conocieron en junio de 2009 y se repitieron hace exactamente tres años. Aena vinculó entonces las inundaciones del interior de la terminal con el diseño del sistema de evacuación de aguas.
A preguntas parlamentarias sobre el tema contestó el Gobierno de Mariano Rajoy que diferentes empresas y estudios de ingeniería ya estaban trabajando para encontrar la "solución más conveniente" a este problema. Han pasado tres años y la primera tormenta inunda la T4 del aeropuerto madrileño.
En el texto de aquella respuesta el Ejecutivo explicaba que las inundaciones de julio de 2014 “se debieron al desbordamiento del agua almacenada en la cubierta en el interior de la T4, causado fundamentalmente por la intensidad de la granizada, que según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) fue la "mayor precipitación" en la zona de Barajas desde 1951, cuando comenzaron las mediciones, con un "volumen de agua superior a los valores de referencia utilizados".