Madrid.- El módulo Philae de la sonda Rosetta se quedó sin baterías. Ha pasado a estar en modo inactivo posiblemente durante un largo periodo. En este modo, todos los instrumentos y la mayoría de los sistemas de a bordo se apagan", según anunció la ESA.
Tras su separación de Rosetta, el descenso de Philae sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko no resultó conforme al plan previsto. Rebotó varias veces, alejándose del lugar previsto para su asentamiento y no logró anclar sus arpones, estableciéndose en un lugar sin suficiente luz solar para seguir funcionando, reconoció la ESA.
Estaba previsto que recibiera siete horas de luz al día, lo que le permitiría una actividad de más 12 horas. Ahora se expone a sólo hora y media al día, lo que ni siquiera es suficiente para recargar la batería secundaria, según la agencia.
Los controladores de la misión enviaron órdenes a Philae para reorientar sus paneles solares y puedan permanecer expuestos más tiempo al sol y recargar sus baterías, añadió la ESA.
Desde el momento del ‘aterrizaje’ de Philae en el cometa los científicos, expertos en dinámica de vuelo e ingenieros de la ESA; del Centro de Control del Módulo de Aterrizaje en Colonia, Alemania; y del Centro de Operaciones, Navegación y Científico de Philae en Toulouse han estado estudiando los primeros datos recibidos por el módulo. Estos datos han revelado que Philae rebotó en el Cometa 67P Churyumov-Gerasimenko no una, sino dos veces, posándose definitivamente a la tercera.
El primer contacto con el suelo del cometa se produjo dentro de la elipse prevista, lo que se ha confirmado con la cámara ROLIS, de Philae, en combinación con imágenes de la cámara OSIRIS a bordo de Rosetta. Pero entonces la sonda se levantó de la superficie de nuevo, durante 1 hora y 50 minutos. En ese tiempo se desplazó como un kilómetro a una velocidad de 38 centímetros por segundo. Entonces dio un segundo bote, viajando a unos 3 centímetros por segundo y aterrizando en el lugar donde finalmente se ha quedado, siete minutos después.
La señal de contacto generado tras el primer bote indujo a pensar que Philae había aterrizado, desencadenando la siguiente secuencia de experimentos. Ahora esos datos están siendo usados para interpretar qué ocurrió. Los datos preliminares del experimento CONSERT sugieren que Philae podría haberse acercado más a la gran depresión conocida como zona B, quizás quedándose en el borde. Las imágenes de alta resolución de Rosetta, algunas de las cuales están aún en la nave, deben confirmar su localización.
Philae sigue sin estar anclada a la superficie y tampoco se ha determinado su orientación. La cámara de descenso reveló que la superficie está cubierta por polvo y restos de tamaños entre el milímetro y varios metros. Mientras tanto, la cámara CIVA de Philae ha mandado una imagen panorámica que en una primera impresión sugiere que la sonda está cerca de un muro rocoso, y tal vez tiene una de sus tres patas en el espacio.
Tras debatir si activar o no los instrumentos científicos que podrían hacer que la posición de la sonda cambiara, fueron desplegados los instrumentos MUPUS y APXS.