Tokio.- Después de más de un año y medio de los incidentes con las baterías de iones de litio que dejaron en tierra toda la flota de aviones Boeing 787, las autoridades japonesas anunciaron la pasada semana que no se han podido aún identificar las causas del sobrecalentamiento que registró una de las baterías de un avión de la compañía ANA.
En su informe final sobre los hechos, la Junta de Seguridad de Transporte de Japón (JTSB) concluyó que era incapaz de encontrar la causa del sobrecalentamiento de la batería. El JTSB apuntó que durante el desarrollo de las investigaciones los ingenieros señalaron la posibilidad de que un cortocircuito producido en una celda se hubiera extendido a otras celdas causando el sobrecalentamiento, pero no hallaron la causa del cortocircuito inicial. En consecuencia, ha solicitado al constructor aeronáutico y a las autoridades estadounidenses que continúen las pruebas para mejorar estas baterías.
El 16 de enero de 2013, un Boeing 787 de la compañía nipona ANA se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia tras detectarse un problema de batería. La investigación demostró que se produjo una fuga térmica en la célula número 6 de la batería principal de ion de litio, pero "el fallo que provocó un cortocircuito interno", en el origen de este sobrecalentamiento 'contagioso', "no pudo ser identificada, explicó la JTSB.
La JTSB concluye que "los tests no fueron suficientes" para garantizar una instalación idónea en el aparato y que "las consecuencias de un cortocircuito interno fueron manifiestamente subestimadas".
Otros hechos similares se registraron en baterías de más aviones B787 lo que en enero de 2013 llevó a las autoridades internacionales a prohibir volar estos aviones hasta que Boeing corrigiera las baterías con que iban equipados. Los vuelos de los B787 se reanudaron en abril del mismo año.