Washington.- La Agencia de Cuentas de la Administración norteamericana (GAO), organismo independiente que informa al Congreso de EE UU, ha dado la alarma sobre las grietas aparecidas de forma asidua en las palas de las turbinas de los motores de los cohetes Falcon 9 de la empresa Spacex contratada por la Nasa para el envío de suministros y tripulaciones a la ISS.
Según ha informado The Wall Street Journal, que ha tenido acceso al contenido del borrador del informe cuyas conclusiones definitivas se espera se hagan públicas a finales de este mes, fuentes próximas a la investigación de la GAO han transmitido sus preocupaciones sobre seguridad, lo que podría afectar al calendario de lanzamientos tripudos comerciales.
La Nasa inició el programa de vuelos tripulados comerciales en 2011 con la expectativa de que las naves espaciales pudieran estar operativas para 2015. SpaceX y Boeing fueron contratadas para completar el desarrollo de los sistemas de transporte espacial de astronautas hacia y desde la ISS mediante asociaciones público-privadas. La idea era que el gobierno y las empresas financiaran los costes de desarrollo de los sistemas que serían propiedad de las compañías y operados por éstas, mientras que el gobierno garantizaba la compra de cierto número de lanzamientos.
La fecha inicialmente prevista se retrasó al año 2017, en parte porque el Congreso proporcionó menos fondos de los solicitados en los primeros años del programa. Pero, finalmente, el Congreso se avino a proporcionar la financiación en los años 2015 y 2016.
El proyecto de informe de la GAO concluye que ni SpaceX ni Boeing probablemente estén en condiciones de realizar vuelos espaciales regulares a la ISS en 2018. A esa conclusión han llegado otros expertos e incluso técnicos de la Nasa que, en un informe de adquisiciones hecho público el mes pasado no esperan que ambas compañías privadas puedan iniciar los vuelos tripulados regulares a la ISS hasta 2019.
SpaceX asegura que han garantizado el perfecto estado de sus motores y que están modificando su diseño por completo para evitar la producción de grietas en los mismos. Uno de los máximos directivos de la Nasa, por su parte, apuntó: “sabemos cómo solucionar los problemas relacionados con los motores de SpaceX”.