Zhuhai.– Además de presentar su avión de caza invisible para los radares, el J-20, y de anunciar la creación de una empresa conjunta con Rusia para desarrollar un avión de grandes dimensiones, el Salón Aeroespacial Internacional de Zhuhai, celebrado esta semana, ha servido de marco para exhibir su capacidad para fabricar motores de aviación.
China ha decidido convertir se una gran potencia mundial en el mundo de la aviación. En un imponente pabellón, detrás de las principales salas de exposiciones de esta XI edición del Airshow China, clausurado este domingo, Aero Motor Corp de China (AECC) se ha exhibido en público por vez primera.
Pekín creó la empresa el pasado mes de agosto con una inversión de miles de millones de dólares para desarrollar productos propios de alta tecnología y con vistas a la exportación. Lo expuesto en el pabellón de más de 1.200 metros cuadrados no ha supuesto ninguna innovación tecnológica, lo que no constituye una sorpresa para los expertos de la industria occidental. Aunque China está creciendo a una mayor velocidad y a gran escala en el mundo de la aviación, en el desarrollo de motores tardarán aún una década por lo menos, aseguran.