Madrid.- La evolución y tendencias de los drones y el desafío que representan a la aviación, el marco legislativo, los usos, aplicaciones y el desarrollo de este sector creciente son objeto de análisis y debate en las XX Jornadas de Estudios Históricos Aeronáuticos de Fundación Enaire, que se celebran estos días desde el martes hasta el viernes en Madrid.
Inauguró las Jornadas el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, y presidente de Enaire, Julio Gómez-Pomar, quien subrayó la importancia de estas Jornadas ya que “un mejor conocimiento de los drones, de sus aplicaciones actuales y futuras y, sobre todo, de la seguridad de su explotación favorecerá su implantación respondiendo a la demanda que ha suscitado en el conjunto de la sociedad”.
Hasta la fecha se han registrado ya 1.750 empresas como operadores de drones en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), un requisito obligatorio para poder volar un dron de forma profesional.
Según la actual normativa, no está permitido volar el dron en espacio aéreo controlado, sobrevolar ciudades o reuniones de personas al aire libre y volar el aparato a menos de 8 km de un aeropuerto. Se tienen que volar de día, con condiciones meteorológicas favorables, hay que tenerlo siempre a la vista y a un máximo de 120 metros de altura.
Además, si el uso del dron es profesional es necesario estar habilitado como operador en la AESA, contar con un seguro de responsabilidad civil y ser piloto de drones. La normativa actual exige que los operadores de drones soliciten un NOTAM a Enaire para realizar vuelos más allá del alcance visual del piloto (BVLOS).
En estas jornadas participan, entre otros, AESA, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y Espacial de la Universidad Politécnica de Madrid y empresas del sector como Airbus DS Electronic & Border Security e Isdefe.
Por primera vez en la historia de la aviación española, Enaire ha realizado con éxito dos ejercicios de control de drones en un espacio con aeronaves tripuladas. Ambos ejercicios trataron de demostrar la viabilidad de la integración de aeronaves no tripuladas en un espacio aéreo controlado en el que los drones puedan coexistir con el resto del tráfico.
Estas actividades forman parte de los trabajos en los que Enaire está participando dentro del Programa de Cielo único Europeo.