Londres.- Un Boeing 777 de American Airlines, con 188 personas a bordo que había despegado del aeropuerto londinense de Heathrow con destino a Los ángeles, tuvo que regresar a la capital londinense después de que una azafata se desmayara y otros tripulantes y pasajeros sintieran mareos, cuando el avión llevaba dos horas y media de vuelo.
El piloto decidió declarar la emergencia y regresar al aeropuerto de Heathrow, pese a que se encontraba cerca de Islandia, donde también podía haber aterrizado.
"Llevábamos cerca de dos horas y media de vuelo cuando por megafonía pidieron un médico, enfermera o algún profesional sanitario para asistir a un pasajero que se encontraba mal”, relató un pasajero al periódico Daily Mirror. “Las luces de la cabina se encendieron y hubo mucha conmoción”, añadió.
Siete de los 13 tripulantes a bordo, junto a muchos pasajeros, se sintieron enfermos. Se desconoce qué pudo causar la misteriosa enfermedad y desde American Airlines han indicado que los servicios de emergencias y los bomberos han examinado la cabina del avión, la bodega y el equipaje de los pasajeros, pero no se han encontrado sustancias peligrosas.
Los afectados por esta misteriosa indisposición fueron examinados por los servicios médicos y dados de alta posteriormente.