El Cairo.- Dos miembros de la Oficina francesa de Investigación y Análisis de Seguridad en Aviación Civil (BEA), acompañados por seis asesores técnicos de Airbus, junto a las autoridades locales encargadas del caso, investigarán en Egipto las causas del siniestro del A321 vuelo 7K-9268 caído ayer en la península del Sinaí ocasionando la muerte de 224 personas.
Alemania, como país origen de la construcción del avión, también enviará a dos investigadores en seguridad, mientras Rusia, como Estado de la compañía propietaria del avión, Kogalymavia, también conocida como Kolavia, y de la operadora Metrojet, enviará a cuatro investigadores.
Es la catástrofe aérea más importante de la historia de Rusia y de la extinta Unión Soviética por número de personas fallecidas. Los ministros rusos de Transporte y de Emergencias, Maxim Sokolov y Vladimir Puchkov, respectivamente, han llegado a El Cairo acompañados de un equipo de expertos.
Las cajas negras del avión fueron recuperadas y enviadas para su análisis. El primer ministro egipcio, Sharif Ismail, descartó la posibilidad de atentado argumentando que los expertos habían confirmado que los terroristas no podían derribar un avión como el A321 volando a 9.000 metros de altura.
El avión desapareció de los radares poco después de despegar del sitio turístico egipcio del Mar Rojo, Sharm el-Sheikh, en su vuelo de regreso a la ciudad rusa de San Petersburgo. Partió de Egipto a las 3.51 GMT y desapareció de los radares 23 minutos más tarde después de no establecer contacto con Larnaca, Chipre.
Por ahora no hay indicios de que el avión fuera derribado, según ha afirmado la agencia de seguridad egipcia. A una altitud de más de 9.000 metros, el capitán contactó con el aeropuerto y solicitó el aterrizaje en el aeródromo más cercano debido al mal funcionamiento de la estación radioeléctrica, lo que fue confirmado por fuentes del aeropuerto de El Cairo. Poco después la conexión se perdió.
El avión se estrelló a 100 kilómetros del aeródromo de la localidad egipcia de El Arish. El aparato quedó completamente destruido. Antes de desaparecer del radar, el avión descendía a una velocidad de unos 1.800 metros por minuto y cuatro veces ralentizó su velocidad.
Residentes de una zona montañosa de la Península egipcia del Sinaí afirmaron haber visto en el cielo un avión de pasajeros con un motor en llamas minutos antes de que se informara del accidente.
La tripulación del avión estrellado se había quejado varias veces durante esta semana de problemas con el motor, según fuentes del aeropuerto egipcio.
El constructor aeronáutico europeo Airbus, fabricante del avión, tras expresar sus sentimientos por las víctimas del accidente, anunció su colaboración con la BEA y las autoridades encargadas de la investigación y ha puesto a su disposición la asistencia técnica completa.
El avión siniestrado, registrado con el IE-ETJ era el MSN 663, se produjo en 1997 y desde 2012 estaba operado por Metrojet. La aeronave había acumulado unas 56.000 horas de vuelo en casi 21.000 vuelos. Estaba equipado con motores IAE V2500.
El A321-200 es el mayor miembro de la bimotor Familia Airbus A320 con capacidad para 240 pasajeros. El primer A321 entró en servicio en enero de 1994. A finales de septiembre de 2015, algunos 6.500 aviones de la Familia A320 estaban en servicio con más de 300 operadores. Hasta ahora, toda la flota ha acumulado unos 168 millones de horas de vuelo en unos 92,5 millones de vuelos.