Madrid.- La organización Greenpeace, en un informe publicado este jueves y titulado “El verano que no queremos que ocurra”, analiza los “seis ingredientes para un cóctel explosivo en materia de grandes incendios” y, entre ellos, “el impacto de los recortes en la prevención y extinción”.
El informe ?reflexiona sobre la posibilidad de que se repitan veranos como los de 1994 (450.000 hectáreas quemadas y 33 muertos), debido a la conjunción de diversos problemas estructurales con fenómenos meteorológicos extremos factores, en un contexto de pervivencia de las causas del fuego y el impacto de los recortes.
“Ante la experiencia reciente y las políticas actuales, vivimos bajo la amenaza de que sean los grandes incendios forestales los que sigan protagonizando la gestión de nuestro paisaje forestal. Así, ante la pregunta de si puede repetirse un verano como el de 1994 hay que responder que sí, que es posible. Para volver a vivir un verano como el de 1994 bastaría que se conjugaran varios elementos que formarían un cóctel explosivo, algunos con más relevancia que otros”, señala el informe.
Y, entre los seis ingredientes de esa situación, Greenpeace señala los recortes en la prevención y extinción. Concretamente, alude al ámbito aéreo en la lucha contra incendios: “La corrupción, generalizada en otros ámbitos de la administración pública, también ha afectado al operativo de extinción”, señala el informe.
“La aparición de informaciones sobre una supuesta red de mordidas en contratos relacionados con la extinción de incendios forestales en España y Portugal ha puesto el dedo en la llaga sobre los procedimientos públicos de contratación de personal y medios de extinción, algo que los afectados por este proceso privatizador venían advirtiendo como el nuevo “Negocio del Fuego”.
“Según las investigaciones de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional, Serafín Castellano, exdelegado del Gobierno en Valencia habría tejido una red para repartirse los concursos públicos de medios aéreos en España y Portugal, sobornando cargos públicos (funcionarios del Ministerio de Fomento incluidos) y pactando precios bajos para compartir más tarde el sobrante”.
“Por último, y también referido a los medios aéreos, la campaña de incendios de 2015 empieza mal. En ocho de las diez bases de las Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales (BRIF), dependientes del Ministerio Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) el dispositivo arrancó el lunes 15 de junio sin que las bases dispusieran de los helicópteros que cada verano transportan y auxilian a los brigadistas en su trabajo. El procedimiento de adjudicación no se cumplimentó hasta apenas unos días antes del 15 de junio, lo que ha provocado un retraso inédito y peligroso para los montes españoles”.