Francfort.- A raíz de la tragedia del A320 de Germanwings en la que murieron 150 personas hace dos meses, la compañía aérea alemana Lufthansa, matriz de la anterior, estudia hacer controles médicos por sorpresa a sus pilotos para conocer si toman antidepresivos, según declaró su CEO, Carsten Spohr, al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Lufthansa hará esa propuesta a un grupo de trabajo creado por el sector de las aerolíneas alemanas, tras la catástrofe de los Alpes franceses hace dos meses. Se trataría de una iniciativa similar al control antidopaje implantado entre los deportistas de alto nivel por su carácter sorpresivo e inesperado capaz de identificar la ingesta de ese tipo de medicamentos y ser alertados sobre eventuales fragilidades psicológicas de los pilotos, según Spohr.
Para la comisión que investiga las circunstancias de la tragedia aérea de los Alpes, el copiloto del avión de Germanwings provocó deliberadamente la catástrofe. Andreas Lubitz seguía un tratamiento contra la depresión y ocultó su estado de salud a la compañía. “Contrariamente a otros siniestros aéreos, no se pueden sacar conclusiones claras en materia de seguridad a bordo del A320 de Germanwings”, explicó Spohr.
Las primeras pistas sobre los motivos por los que el copiloto provocó el siniestro de hace dos meses han llevado a Lufthansa a cambiar la técnica de seguridad de las puertas con el fin de minimizar en el futuro el riesgo de acciones individuales de un piloto. También el control permanente de la capacidad de los pilotos es una de las reformas principales para el CEO de Lufthansa.
Según la legislación germana, los empresarios no tienen acceso a los informes médicos de sus empleados. Pero, a raíz de la tragedia aérea de Germanwings, algunos políticos se muestran favorables a modificar la ley.