Moscú.- Los restos de la nave de carga rusa Progress M-27M, que registró un fallo técnico tras su lanzamiento el pasado 28 de abril que le impidió alcanzar la órbita prevista, acabaron la pasada madrugada en el océano Pacífico, según anunció la agencia espacial rusa Roscosmos.
"El carguero dejó de existir este 8 de mayo a las 2.04 GMT tras entrar en las capas densas de la atmósfera sobre la parte central del Pacífico", dijo Roscosmos en un comunicado.
"De acuerdo con los cálculos previstos, la nave ya se ha desintegrado. Por lo menos, ni nuestros medios de control, ni los estadounidenses lo ven", indicó una fuente del sector a la agencia informativa rusa RIA Novosti.
La nave fue lanzada el pasado 28 de abril desde la base de Baikonur rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), pero se situó en una órbita superior a la prevista por causas aún desconocidas.
Media hora después del lanzamiento, se anunció que las estaciones terrestres no recibían los datos telemétricos completos del carguero.
Posteriormente los técnicos del Centro ruso de Control de Vuelos emprendieron varios intentos para establecer el contacto con la nave, pero todas las tentativas fracasaron.
Los resultados de la investigación del incidente, relacionado con la puesta del Progress en órbita no programada, se darán a conocer a más tardar el 13 de mayo, agrega el comunicado de Roscosmos.