Washington.- La Nasa ha probado con el ecoDemostrator 757 de Boeing el proyecto ERA (Environmentally Responsible Aviation) cuyo objetivo es fomentar innovaciones tecnológicas para los programas de aviación. En concreto, en la cola del avión, la Nasa y Boeing están probando un control de flujo activo para mejorar el flujo de aire sobre el timón y maximizar su rendimiento aerodinámico.
El control de flujo activo podría mejorar la eficiencia del timón hasta un 20%, según las pruebas en túnel de viento, lo que podría permitir diseñar un estabilizador vertical más pequeño en el futuro.
Para probar en el vuelo experimental el control de flujo activo vertical a bordo del ecoDemostrator 757 se colocaron en la cola 31 dispositivos diminutos llamados actuadores chorro de barrido para comprobar el efecto que tienen en la aerodinámica de la cola.
El posible beneficio futuro de la labor de control de flujo activo consiste en que la tecnología podría hacerse cargo de algunos de los trabajos previstos ahora por el tamaño de la cola. "Si somos capaces de controlar el flujo de aire sobre la cola vertical, creemos que podremos proporcionar suficiente fuerza lateral durante el despegue y el aterrizaje, de forma que los constructores aeronáuticos podremos hacer seguramente la cola más pequeña", dijo Mike Alexander, ingeniero jefe de sistemas para el pruebas de vuelo en el Centro de Investigación Langley de la Nasa, en Hampton, Virginia. "La capacidad de reducir el tamaño de la cola vertical posibilitaría reducir el peso y disminuir el consumo de combustible y las emisiones de CO2", concluyó.
El ecoDemonstrator hizo seis vuelos de ida y vuelta entre el 9 y el 15 de este mes entre la planta de Boeing en Seattle y el Estrecho de Juan de Fuca. La tecnología de control de flujo activo se puso a prueba en una variedad de configuraciones y condiciones de vuelo, incluyendo fallos de motor simulados. "Los resultados de las pruebas de vuelo iniciales parecen validar la prueba de túnel de viento que hicimos con una cola de Boeing 757 que fue equipado con este mismo sistema de control de flujo activo. Pero aún nos quedan muchos más análisis que hacer", dijo John Lin, investigador principal en Langley.
Las pruebas de túnel de viento de la misma tecnología se realizaron a finales de 2013 en el Centro de Investigación de la Nasa en Moffett Field, California. Los resultados de estas pruebas sugieren unos futuros diseños de aviones capaces de reducir proporcionalmente el tamaño de la cola vertical en un 17% y disminuir el consumo de combustible hasta en un 0,5%, lo que supone un ahorro considerable.
Salvo aquellas innovaciones tecnológicas propiedad de Boeing, los nuevos conocimientos obtenidos por la Nasa, fruto de su colaboración con el programa ecoDemonstrator, se harán públicos para beneficio de toda la industria aeronáutica.