Pekín.- El fabricante chino de drones SZ DJI Technology se está haciendo un hueco en el mercado de uso comercial de Estados Unidos. En la actualidad, es una de las empresas que ofrecen drones más baratos, ligeros y para más usos, que van desde el rodaje de películas hasta la inspección de lugares de difícil acceso, según informa People Daily.
De las 129 empresas que han recibido el permiso establecido por la ley para usar aviones no tripulados, 61 han optado por la tecnología de DJI, es decir, un 47% de los usuarios, muy por delante de su competidor más importante. Cerca de 400 empresas, más de la mitad de las 695 existentes, se encuentran aún a la espera de un permiso, pero ya han solicitado el uso de drones DJI.
DJI, con sede en Shenzhen, cuyo producto estrella es el Phantom 2Vision+dron cuesta alrededor de los 1.200 dólares en EE UU. Se estima que este producto ya posee alrededor del 70% del mercado de uso comercial en todo el mundo y una proporción aún mayor en el mercado de consumo propio.
Expertos de la industria opinan que los drones básicos como los fabricados por DJI lideren el mercado de uso comercial de Estados Unidos en el futuro, para satisfacer la demanda de negocios que los usan para fotografías aéreas, en inspecciones, promociones inmobiliarias y producción de vídeos.
El mercado de drones más sofisticados lo tiene más difícil debido a las leyes de la FAA, que restringen los vuelos de aviones comerciales a las operaciones de corto recorrido y a altitudes 152 metros o menos. Dichas normativas están complicando los esfuerzos de gigantes del comercio electrónico como Amazon y Google para desarrollar drones de alta tecnología capaces de entregar paquetes para servicios de logística a largas distancias.
La aparición de una compañía china de tecnología como protagonista principal de esta industria en EE.UU aún no ha creado inquietudes en el Congreso de ese país. Otras empresas de tecnología china, entre ellas Huawei, han sido acusadas por los legisladores estadounidenses de plantear riesgos para la seguridad nacional, creando un grave obstáculo para que estas compañías crezcan en EE.UU.
Entre las empresas que forman parte de la clientela comercial de DJI en Estados Unidos están American International Group Inc, Commonwealth Edison Co y firmas menos conocidas de bienes raíces, seguros, energía, agricultura, cine y televisión.
Debido a las preocupaciones en el ámbito de la seguridad, las empresas estadounidenses tienen prohibidas usar drones a menos que obtengan un permiso de la FAA. El órgano regulador de la aviación en EE UU propuso reglas en febrero para eliminar esta prohibición, pero habrá que esperar hasta finales de 2016 o principios de 2017 para que se hagan efectivas.
Desde que la FAA comenzara a conceder permisos en septiembre del año pasado, los beneficios de los competidores de DJI han sido limitados, ya que los productos de otras empresas son a menudo mucho más caros. El competidor más importante de DJI en el mercado de uso comercial de EE UU es la empresa suiza de drones senseFly, propiedad de Parrot, con sede en París.
Un dron de cartografía e inspección EBee de Sensefly tiene un precio de unos 25.000 dólares. Sistemas más complejos fabricados por empresas europeas y estadounidenses pueden costar más de 100.000 dólares.
DJI se ha ganado su liderazgo en el mercado estadounidense sin personal de ventas. Tanto aficionados como clientes para uso comercial pueden comprar drones por internet y directamente en la web de DJI, por lo que se reduce el coste enormemente.
Algunos legisladores, entre ellos el senador Charles Schumer de Nueva York, han pedido a la FAA que eliminen las restricciones de vuelo de los drones para que las empresas los puedan utilizar en muchas más funciones que beneficien sus operaciones. Los legisladores también han argumentado que las restricciones en las pruebas al aire libre de los drones han puesto a las empresas estadounidenses en desventaja frente a sus rivales extranjeras, que operan en entornos menos restrictivos.