París.- “El A380 probablemente fue lanzado 10 años antes de tiempo porque el mercado no se ha desarrollado como había previsto Airbus, ha confesado su presidente y director general, Fabrice Brégier, al diario económico francés Les Echos.
En una entrevista publicada este domingo, Brégier asegura que Airbus no contempla renunciar a su A380, que no le preocupa su carga de trabajo para los próximos tres años y que en el presente ejercicio el programa A380 hallará finalmente su punto de equilibrio.
“Para nosotros, lo que hace falta es ‘redinamizar’ el mercado. Tenemos soluciones para que sea más atractivo económicamente aumentando el número de asientos manteniendo su nivel de confort”, dice el presidente de Airbus.
Reconoce Brégier que la necesaria mejora del rendimiento de este avión, tanto en su aerodinámica como en su motor, se planteará a más largo plazo y sólo cuando se cumplan las condiciones de un buen plan de negocios, lo que no es el caso actual y Airbus no tiene intención de invertir a fondo perdido.
Por lo demás, Brégier considera que Airbus está “en parte inmunizado” contra la ralentización económica en Europa debido a la demanda mundial y a la caída del euro. Confía especialmente en la capacidad de la empresa para cumplir sus objetivos de aumentar la producción del A350. “Es un reto, pero tenemos que poder entregar 15 aviones de este modelo en este año para luego poder llegar a entregar hasta 10 aparatos al mes en 2018”, dice el presidente.
Airbus continuará invirtiendo en I+D+ i, incluso de otra forma que no sea el lanzamiento de un nuevo avión. "El sucesor del A320 no llegará antes del año 2030, porque vamos a necesitar tiempo para desarrollar las tecnologías de vanguardia necesarias", asegura. Hasta entonces, las innovaciones se centrarán más, sobre todo, en los actuales aviones y, en particular, en las tecnologías desarrolladas por otros sectores y pequeñas empresas, añade.
También se refiere a la innovación en el ámbito de la seguridad, especialmente en el desarrollo de las cajas negras ‘eyectables’, que serán instaladas en el A350 y A380, una vez que sean certificadas por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA).