Washington.- Con el lanzamiento a la Estación Espacial Internacional (ISS) el pasado viernes del astronauta norteamericano Scot Kelly y del ruso Mijaíl Kornienko para vivir y trabajar durante un año en el espacio de forma ininterrumpida inicia la Nasa su viaje a Marte, dice su administrador, Charles Bolden.
“Es la primera vez que un astronauta americano permanecerá en el espacio durante un año. Es una importante base para nuestro viaje a Marte y nos proporcionará los datos médicos que se registren a lo largo de un año de misión”, ha escrito Bolden en su blog.
El presidente norteamericano, Barack Obama, reconoció este importante hito en la exploración espacial estadounidense en su discurso del Estado de la Nación este año, señalando: "Estamos avanzando hacia el sistema solar no sólo para visitarlo, sino para permanecer durante un tiempo … como parte de un programa espacial revitalizado".
“Esta misión forma parte del plan que hemos venido desarrollando con el apoyo de ambos partidos desde que el presidente nos desafió hace cinco años a programar una misión tripulada a un asteroide y luego a Marte. Scott Kelly no sólo va a llevar a cabo los experimentos científicos y las investigaciones tecnológicas que nuestros astronautas han estado contribuyendo a desarrollar durante los últimos 14 años de presencia humana continua a bordo de la ISS, sino que también va a participar en un experimento único”, añade el administrador de la Nasa.
“Scott tiene un hermano gemelo idéntico, Mark, también astronauta como él, que se ha quedado en la Tierra. Vamos a comparar los signos vitales de ambos hermanos y conceremos cómo afecta al cuerpo humano la vida en el espacio. A lo largo de la misión de Scott vamos a obtener nuevos conocimientos sobre cómo una larga duración de vuelo espacial puede afectar a cosas como la densidad ósea, la masa muscular, la fuerza, la visión y otros aspectos de la fisiología humana. También estudiaremos los cambios mentales y los desafíos a los que se enfrentan los astronautas cuando se embarcan en misiones de larga duración. Asímismo, tendremos la oportunidad de apreciar cómo la microgravedad afecta al genoma humano. Esta información podría aplicarse a cada uno de nosotros en la Tierra”, concluye Charles Bolden.