Madrid.- 'La industria aeronáutica, que no ha sufrido en los últimos años la crisis financiera como otros sectores empresariales, se ha visto afectada de forma relevante por la exigencia tecnológica', ha reconocido el CEO de ITP, Ignacio Mataix, durante su intervención ayer en el IV Encuentro Accenture Aerospace & Defense “Innovación: el futuro de la industria aeronáutica”.
“La industria aeronáutica tiene sus propias exigencias y la primera de ellas es la tecnológica. ésta es tan alta para la industria que casi podría decirse que éste es un sector que vive en una ‘revolución permanente’. La exigencia de nueva y mejor tecnología es constante, consecuencia de la búsqueda permanente de: mayor seguridad para los aviones, aeronaves más respetuosas con el medio ambiente y que, por tanto, sean menos ruidosas y emitan menos emisiones y, al mismo tiempo, que reduzcan su consumo de combustible”, ha explicado Mataix.
“Cumplir con todos estos retos hace que, muchas veces, la tecnología se lleve al límite, lo que ha significado que un número de los programas lanzados, tanto del mundo civil como de defensa, hayan acabado con mayores costes y con retrasos y ésta sí que ha sido una crisis relevante que nos ha afectado”, añadió el CEO de ITP.
Mataix, que inició su intervención apuntando que “sin innovación no es posible un futuro para la industria aeronáutica, como el que todos ambicionamos, y la inversión que haga posible esta innovación”, se refirió a la transferencia de tecnologías entre el ámbito civil y el de defensa y viceversa. “La inversión en tecnología e I+D en el mercado de defensa ha posibilitado innumerables avances que han impulsado después el desarrollo de la aviación comercial. Hoy, nuestra innovación en la industria civil mejora nuestros productos de defensa. En la actualidad en Europa son las industrias civiles las que generan la tecnología, frente a lo que sucedía en los años 80 y 90”, manifestó.
“El sector de la defensa dio a ITP el impulso necesario para que la compañía se convirtiera en una realidad. ITP partió de un desarrollo de defensa, sin embargo, en 2015 el mercado civil se ha convertido en la clave del futuro de ITP. Tanto es así, que en los próximos 20 años uno de cada dos aviones de doble pasillo volará con nuestras turbinas de baja presión y que hemos comprometido tecnología e inversiones para participar con nuevos productos (compresores y estructuras radiales) en motores para aviones de pasillo único”, indicó Mataix.
El CEO de ITP concluyó su intervención exponiendo el triple desarrollo tecnológico que afronta su compañía. Están desarrollando:
– los motores para el Boeing 787 y el Airbus 350, que han comenzado a volar hace solo unos meses, pero que requieren motores más potentes para sus versiones de mayor número de pasajeros y de largo radio;
– nuevos motores para aviones existentes: A320neo y B737MAX y se ha anunciado el A330neo;
– la tecnología necesaria para la siguiente generación de aviones comerciales, la que volará a partir del 2025 o incluso más tarde.
“A principios de este mismo mes, hemos anunciado un acuerdo con Rolls-Royce por el que ITP será el único proveedor de las turbinas que equipararán la nueva generación de motores de aviones, el denominado motor Ultrafan, en el que ya está estamos trabajando junto a nuestro socio. Obviamente un acuerdo tan positivo requiere una mayor inversión en I+D para la adquisición de tecnología. En conjunto, en los próximos cinco años, en ITP prevemos una inversión total superior a 75 millones de euros solamente en la tecnología que utilizaremos, si tenemos éxito, en motores a partir de la mitad de la siguiente década”, concluyó el CEO de ITP.