Houston.- Las constructoras aeroespaciales norteamericanas Boeing y SpaceX manifestaron ayer su disposición a efectuar los primeros vuelos tripulados a la Estación Espacial Internacional (ISS) en 2017, convirtiéndose en las primeras empresas privadas en trasladar astronautas al espacio.
Ejecutivos de ambas compañías y directivos de la Nasa informaron ayer a los medios de comunicación en el Centro Espacial Johnson de Houston sobre los progresos para llevar a cabo los lanzamientos de naves tripuladas.
En la comparecencia ante los medios informativos participaron, además del administrador de la Nasa, Charles Bolden; Ellen Ochoa, directora del Centro Espacial; Kathy Lueders, directora del programa de tripulaciones comerciales de la Nasa; John Elbon, de Boeing; Gwynne Shotwell, de SpaceX, y el astronauta de la agencia espacial norteamericana Mike Fincke.
Desde 2011, en que jubiló su flota de transbordadores espaciales, la Nasa depende de la Agencia Espacial Rusa Roscosmos para trasladar sus astronautas a la ISS. Para acabar con esta dependencia, la Nasa adjudicó a Boeing y a SpaceX un contrato a cada una para desarrollar naves que transporten tripulaciones a la ISS.
Boeing está desarrollando la nave CST-100, que volará impulsada por un cohete Atlas V, y SpaceX construye la nave Dragon V2, que será lanzada al espacio por un cohete Falcon 9 aún por probar.
Durante la rueda de prensa, Kathy Lueders dijo que el coste promedio de transportar a un astronauta a bordo de las naves de SpaceX y Boeing rondará los 58 millones, frente a los 71 millones de dólares que cuesta hacerlo en las naves rusas.
El administrador de la Nasa, Charles Bolden, dijo que está cansado de firmar cheques para la agencia espacial rusa e indicó que será muy feliz si puede dejar de hacerlo a partir de 2017.