Madrid.- Que el Gobierno no ve clara la privatización de Aena ya lo anunció este diario hace más de tres meses. Ahora lo acaba de reconocer el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá: “la apertura de Aena al capital privado no es una obligación, no tiene que ser privatizada sí o sí”.
En una reunión con miembros de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Catalá señaló que la privatización está en manos del Ejecutivo: “Puede que alguno de los elementos que podrían justificar esa privatización no figuren entre los objetivos prioritarios del Gobierno”.
La verdad es que cada vez el calendario de la privatización de Aena queda más desencuadrado. Sea porque no se encuentran inversores privados atraídos por una empresa con más de 13.000 millones de deuda y por las condiciones de venta de la misma, sea por la falta de consenso entre los propios miembros del Ejecutivo y la Oficina de Presidencia o sea porque el calendario electoral se ha echado encima, lo cierto es que la privatización de la empresa pública no parece figurar en la agenda inmediata del Gobierno.
Según Catalá, “Aena se encuentra ya en condiciones objetivas de plantearse su apertura a la entrada del capital privado". Pero reconoció que se trataría de “un proceso privatizador muy singular y especial", dado que debe estudiarse desde el punto de vista "del modelo de transporte aéreo que se quiere para el país, como una medida para mejorar su gestión, fortalecer la red y dinamizar el sector y el turismo".
"No hay prisa. La privatización no nos va a arreglar las cuentas ni el déficit. No se trata de hacer caja. Por eso, el Gobierno está tomando su tiempo para el análisis sobre si es mejor para los intereses generales de España o no, o potenciamos el modelo de operador público que tan buenos resultados ha dado", concluyó el secretario de Estado.