Estambul.- Las fuerzas especiales turcas detuvieron el pasado viernes en Estambul a un pasajero ucraniano de 45 años que intentó secuestrar un avión de la compañía aérea turca Pegasus Airlines procedente de Kharkov, Ucrania, con 110 pasajeros a bordo para desviarlo a la ciudad rusa de Sochi, donde se están celebrando estos días los JJ OO de Invierno.
El ucraniano, al parecer, bajo los efectos del alcohol, aseguró que había una bomba a bordo del avión, intentó introducirse en la cabina de pilotos y exigió desviar el avión hacia Sochi. El comandante no abrió la puerta y logró dar la señal de alarma.
Posteriormente, dos cazas F-16 del ejército turco obligaron al avión a aterrizar en el aeropuerto Sabiha Gokcen de Estambul. El gobernador de la ciudad, Huseyin Avni Mutlu, informó después que el ucraniano fue arrestado y que todos los pasajeros se encontraban a salvo.
"Al parecer, el secuestrador intentó transmitir algún mensaje en Sochi. Quería conversar con diplomáticos ucranianos durante la negociación. Tras nuestra mediación, estuvo de acuerdo en evacuar a todos los pasajeros. Sólo el detenido resultó ligeramente lesionado, pero las fuerzas especiales no utilizaron sus armas para reducirle. No se encontró ningún explosivo a bordo”, declaró el gobernador a los medios de información.
El jefe del departamento de investigación del Servicio de Seguridad de Ucrania, Maxim Lenko, indicó que el frustrado secuestrador exigía la liberación de los manifestantes detenidos tras enfrentamientos con la policía en Kiev.
A última hora de la noche, el Ministerio de Transporte de Turquía anunció que la operación había concluido y que el aeropuerto fue reabierto al tráfico.