Madrid.- Se llama Estefanía Matesanz, es ingeniera aeronáutica, responsable en Airbus Helicopters del área de Ingeniería de Producción de Support&Service y de Aeronavegabilidad Continuada de la CAMO y desde anoche es la primera mujer que dirige los destinos del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) en los 50 años de su historia.
Como era previsible, la candidatura de Matesaz arrolló a la de su adversario, “escudero y cooperador necesario de un decano cesado y destituido también por su contratación irregular”, según indican fuentes colegiales. La nueva decana casi triplicó los votos de su rival que no consiguió que ninguno de los siete miembros de su candidatura accediera a las Juntas Directivas del Colegio y la Asociación de Ingenieros Aeronáuticos de España.
Al término de un complicado y tortuoso proceso electoral, el escrutinio arrojó el siguiente resultado para ambas directivas:
Decana/presidenta: Estefanía Matesanz Romero (264 votos COIAE y 255 AIAE)
Tesorero: José Francisco Cerdó Cuesta (187/176)
Vocal: Tania González Lahera (260/251)
Vocal: Sergio López Hernández ( 239/238)
Vocal: Pablo Senchermés Morales (231/223)
Vocal: Fermín Tirado Gallego (250/237)
Vocal: Juan Tudela Desantes (222/217)
Los representantes de las otras candidaturas presentadas apenas rebasaron los 100 votos.
Como declaró hace mes y medio a este diario, “otro Colegio es posible”, repetía anoche la nueva decana al conocer el resultado electoral. Durante el largo proceso electoral insistió en “acabar definitivamente con el pasado traumático del COIAE. Nosotros nos presentamos porque tenemos ganas de dejar atrás, por fin, una vez por todas, los problemas del pasado y afrontar el futuro de una manera renovada. La situación actual de los colegios profesionales no es fácil, pero con un equipo con ganas y renovado, creo que tenemos una oportunidad de hacer que el Colegio vuelva a ser una institución de prestigio”.
La decana electa quiere revitalizar la marca “COIAE”, que significa “profesionalidad, prestigio, compañerismo, referencia, ilusión, reconocimiento. Queremos que cuando alguien diga: ‘soy colegiado del COIAE’ sienta que es un orgullo y que haga sentir a los demás: ‘delante tengo un gran profesional’. Esa ha de ser nuestra marca”, indica.
“Entiendo que muchos colegiados estén cansados del pasado y sobre todo muy descontentos con este palo que la justicia nos ha dado y por el cual muy injustamente hemos tenido que sufrir las consecuencias. Pero precisamente ahora tenemos la oportunidad de empezar de cero, de construir un futuro, un Colegio que todos nos merezcamos y que de verdad sea útil. Un Colegio que nos dé servicio a todos. Si ahora nos venimos abajo y no apostamos por la marca COIAE nunca nada cambiará”, dijo Estefanía Matesanz a este diario hace un mes.