Madrid.- La resurrección del proyecto del aeródromo del suroeste madrileñ;o puesta en escena esta semana por el Gobierno autonómico de Madrid ha sido considerada en fuentes próximas al Ministerio de Fomento como un “órdago” ante la pasividad del ejecutivo nacional por el otro proyecto más importante para el equipo de Ignacio González, el de Eurovegas.
Así interpretan algunos medios gubernamentales la repentina irrupción del proyecto aeroportuario madrileñ;o inexplicablemente después de la disolución hace añ;o y medio de la empresa Aeropuertos de Madrid, S. A. y la destitución del exiguo equipo gestor de la misma. Y, sobre todo, es lo que entrevén en varias de las afirmaciones del presidente madrileñ;o durante su visita a los terrenos previstos para el futuro aeropuerto.
La coincidencia de las fechas de ejecución del proyecto de Eurovegas y la cercanía entre los terrenos de ambos planes, junto con la deseada celebración de los Juegos Olímpicos en Madrid para el 2020 y la excitación de una próxima campañ;a electoral pueden haber estimulado los ímpetus de los gerentes madrileñ;os ante la apatía o aparente desinterés del Gobierno con el proyecto del multimillonario norteamericano Sheldon Adelson. De hecho, no son pocos los que ven cierto paralelismo entre ambos desarrollos aparcados desde hace tiempo.
A pesar de negar que el proyecto aeroportuario guarde relación con Eurovegas, las declaraciones de Ignacio González dejaban entrever su contrariedad respecto al escaso interés mostrado por el Gobierno de la nación. El aeródromo por construir “no tiene nada que ver con Eurovegas”, insistió González. “Es un proyecto anterior, no se hace con ese objetivo. Es la solución a problemas presentes como buscarle una ubicación a la aviación de Cuatro Vientos, al que Fomento pretende cerrar”, dijo el presidente madrileñ;o. Pero a continuación señ;aló al Estado como el responsable de que Las Vegas Sands todavía no haya presentado su proyecto de casinos y congresos en el distrito norte de Alcorcón. “Hasta que el Estado no resuelva dos o tres cosas pendientes, no lo van a presentar”, concluyó.
Según fuentes próximas a Fomento, el proyecto del aeródromo del suroeste madrileñ;o presenta diversos problemas. Por un lado, está Cuatro Vientos. Aunque pudiera cerrarse, como dice el presidente madrileñ;o, o reconvertirse en helipuerto para las Fuerzas de Seguridad del Estado y servicios de asistencia a los ciudadanos, las empresas actualmente en él radicadas, como son algunas escuelas de pilotos o el propio museo de la Fundación Infante de Orleáns (FIO), desalojarlas supondría buscar una ubicación inmediata, además de la correspondiente indemnización, que algunos expertos estiman en 30 millones de euros que Aena, al parecer, no está dispuesta a pagar y traspasa el cargo a la Administración regional.
Por otra parte, está el aeródromo de Casarrubios, en la provincia de Toledo y prácticamente pegado a los terrenos del proyectado aeropuerto del suroeste madrileñ;o. El problema es que el aeródromo perteneciente a la Comunidad castellano-manchega fue declarado de interés regional y no parece que, por el momento, las autoridades de esa Junta de Comunidades y los propietarios del aeródromo manchego estén muy a favor de ceder sus derechos sin más.
Luego están los malos ejemplos de los aeropuertos regionales, ligeros de equipaje aeronáutico, vacíos de aviones, pero llenos de problemas, según reconocen los expertos consultados. Amén de las expropiaciones de terrenos, aprobación del plan director, la declaración medioambiental y conseguir los centenares de millones de euros previstos por parte de las empresas privadas. Todo lo cual, conociendo el paso no precisamente acelerado de los trámites administrativos, da que pensar a los expertos consultados por este diario que no se cumplan los plazos previstos por la Administración regional madrileñ;a.