Moscú.- El satélite Bion-M1, la primera nave espacial diseñ;ada en 2007 para investigaciones biológicas en el espacio, regresó a la Tierra el pasado domingo después de permanecer un mes en órbita a una altura de 575 kilómetros, comunicó el Centro ruso de Control de Vuelos Espaciales.
A bordo se encontraban un centenar de organismos vivos diferentes: campañ;oles mongoles, ratones, lagartijas, peces, crustáceos de agua dulce, algas, bacterias, semillas de plantas.
Todos los ocho campañ;oles mongoles que se encontraban a bordo de biosatélite Bion-M1 murieron por fallos del equipo; también fallecieron una parte de los ratones enviados al espacio, según el jefe del experimento Evgeni Sychev.
En el exterior del biosatélite se colocaron meteoritos artificiales: láminas de basalto con pequeñ;os orificios dentro, una especie de túneles que contienen esporas de bacterias.
Los animales estuvieron expuestos a la radiación espacial a lo largo de la misión y durante el descenso se sometieron a temperaturas de miles de grados centígrados, altibajos de presión y otras sobrecargas que acompañ;an la caída de un meteorito natural.
Según los científicos rusos, el número de animales que sobrevivieron al vuelo son suficientes para continuar la investigación.