Un Boeing 777-200 operado por la compañía norteamericana United Airlines, con 248 personas a bordo que había despegado este domingo del aeropuerto de Denver con destino a Honolulu, regresó de nuevo a su punto de origen tras registrar un fallo en su motor derecho y esparcir por el suelo varias de sus piezas, según confirmó la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU.
El vuelo 328 de United pudo aterrizar con seguridad en el aeropuerto de Denver, confirmó la FAA en su comunicado oficial a través de las redes sociales.
También la Policía de Broomfield, Colorado, dijo en su cuenta de Twitter que había recibido informes de que un avión, que volaba sobre un suburbio de Denver, tenía problemas con un motor y habían caído varios fragmentos sobre algunos de los barrios de la población. “No hay noticias de heridos por el momento”, añadió en su tuit.
“La FAA está al tanto de los informes de los restos desprendidos por la trayectoria de vuelo del avión”, dijo su comunicado oficial. La Policía de Broomfield publicó fotos de piezas del fuselaje del avión Boeing 777-200 y dijo que recibieron llamadas de ciudadanos que habían escuchado una fuerte explosión y vieron caer lo que creyeron que era un avión, pero que en realidad eran piezas del mismo.
La FAA y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), han abierto una investigación sobre el incidente del que se hará cargo esta última institución norteamericana.