Un Airbus A-321 de la compañía rusa Ural Airlines con 234 personas a bordo en vuelo de Zhukovski a Simferópol, en Rusia, realizó este jueves un aterrizaje de emergencia poco después de despegar, tomando tierra sin trenes de aterrizaje en un campo de maíz, a un kilómetro de Zhukovski, cerca de la aldea de Ribak, en la provincia de Moscú.
Un “gran golpe en los motores de la aeronave” provocado por un grupo de aves, asegura la aerolínea, es el causante de este aterrizaje de emergencia. El ataque de los pájaros tuvo lugar poco después de despegar del aeropuerto internacional Zhukovsky de Moscú, en la mañana del día 15 de agosto.
El comandante del avión logró hacer aterrizar el aparato apenas 15 minutos después de despegar con los dos motores averiados a causa del impacto de los pájaros. Sólo hubo que lamentar daños personales leves en una veintena de pasajeros que fueron conducidos a centros hospitalarios, asegura la aerolínea.
El director general de Ural Airlines, Serguéi Skurátov, dijo que este tipo de incidentes son excepcionales y aseguró que la tripulación actuó de acuerdo con las instrucciones.
Según relató una pasajera al diario digital ruso Sputnik, “todo sucedió literalmente en unos minutos. Nos dijeron que un pájaro se metió en uno de los motores. Las luces se apagaron varias veces en la cabina de pasajeros y esa era una señal de que algo andaba mal. Cuando despegamos, hubo algún tipo de sonido extraño. No entendí bien si era el sonido de las turbinas o del motor, como si pusieras un trozo de papel en el ventilador y empezara a sonar. Entonces empezamos a bajar lentamente. Nos dimos cuenta de que algo iba mal en el avión. Éste empezó a subir de nuevo. Después se produjo un fuerte empuje y empezamos a caer bruscamente. El piloto nos hizo aterrizar en un campo de maíz. Según tengo entendido, el combustible se derramó y un ala quedó muy dañada. La aeronave quedó muy perjudicada. Todos, gracias a Dios, estamos vivos”.