La misión de vuelo en formación de precisión de la ESA, capaz de capturar eclipses, está casi lista para despegar. El lanzamiento de Proba-3 está previsto para el miércoles a bordo de un cohete PSLV-XL desde el Centro Espacial Satish Dhawan en Sriharikota (India). Esta es la primera vez que una misión de la ESA vuela con un lanzador ISRO desde la misión de observación de la Tierra Proba-1 en 2001. El lanzamiento está siendo cubierto por la Organización de Investigación Espacial de la India.
Está previsto que la separación de los satélites se produzca unos 18 minutos después del despegue y la primera adquisición de la señal por parte del equipo de control de vuelo en el centro ESEC de la ESA en Redu (Bélgica) se producirá aproximadamente un cuarto de hora más tarde.
Proba-3, el último miembro de la familia de misiones de demostración en órbita de la ESA, está formada en realidad por dos naves espaciales que se lanzan juntas y que, en órbita, se separarán para comenzar a realizar vuelos en formación de precisión, con una precisión de un milímetro, aproximadamente el grosor de una uña promedio.
Para demostrar su eficacia, Proba-3 se ha dedicado a un ambicioso objetivo científico: la pareja se alineará con precisión con el Sol a 150 metros de distancia, de modo que una proyecte una sombra controlada con precisión sobre la otra.
Al bloquear el ardiente disco solar, la sonda Occulter de Proba-3 imitará un eclipse solar total terrestre para permitir ver la tenue atmósfera que rodea al Sol o «corona», que es un millón de veces más débil que su estrella madre. La segunda sonda Coronagraph de Proba-3 alberga el instrumento óptico que observará la corona solar.
En la Tierra, los eclipses solares totales sólo ocurren cada 18 meses en promedio y duran apenas unos minutos. Los científicos solares tienen que viajar por todo el mundo para aprovecharlos. Proba-3 podrá crear eclipses solares a demanda, observando más cerca del borde del Sol que cualquier otro instrumento terrestre o espacial anterior, hasta sólo 1,1 radios solares. Y lo hará durante seis horas por cada órbita de 19 horas y 36 minutos.
Proba-3 también realizará experimentos generales de vuelo en formación, incluidos encuentros, redimensionamiento de la distancia entre la pareja y reorientación conjunta. El objetivo es lograr un rendimiento equivalente al de una única nave espacial virtual de unos 150 metros de diámetro, demostrando así un nuevo método de operaciones en misiones espaciales, en el que los instrumentos pueden compartirse entre múltiples plataformas.
El lanzador de cuatro etapas PSLV-XL de la India ha sido elegido por su alto rendimiento combinado con un precio apropiado para una misión de demostración de tecnología con un presupuesto ajustado.
Proba-3 requiere una órbita extremadamente elíptica (o alargada) que se extienda a más de 60.000 kilómetros de la Tierra. El vuelo en formación activa de la misión se realizará alrededor de la parte superior de esta órbita, donde las perturbaciones de la gravedad terrestre son mínimas y se necesita menos combustible para cambiar de posición.