SpaceX completó el cuarto vuelo de prueba de su cohete Starship, avanzando significativamente en el desarrollo de este gigantesco vehículo. Esta prueba, que tenía como objetivo principal demostrar la capacidad de regresar y reutilizar Starship y Super Heavy, ha conseguido ejecutar un aterrizaje y un amerizaje suave en el Golfo de México con el propulsor Super Heavy y lograr una entrada controlada del Starship.
La nave espacial de SpaceX se lanzó durante su cuarta prueba de vuelo desde la playa de Boca Chica. Unos minutos después del lanzamiento, el propulsor del cohete amerizó con éxito en el Golfo de México, marcando un nuevo hito en su desarrollo. Esta fue la primera vez que SpaceX devolvió el propulsor en una sola pieza, un logro clave para su objetivo a largo plazo de lanzar y aterrizar Starship regularmente, práctica ya rutinaria con sus cohetes Falcon 9.
El Starship continuó volando durante aproximadamente una hora, comenzando su reentrada poco después del minuto 45. Las vistas en vivo desde una cámara a bordo hicieron de los últimos minutos del vuelo un momento tenso: a una altitud de aproximadamente 33 millas sobre la Tierra, una de las aletas de la nave comenzó a quemarse. Luego, la cámara se agrietó, oscureciendo la vista, por lo que solo se pudieron ver destellos de luz provenientes del plasma.
La compañía confirmó que el cohete amerizó en el Océano Índico, completando así la misión. A pesar del intenso calor de la reentrada, la nave pareció resistir algunos daños significativos. La prueba marca un gran éxito para SpaceX mientras trabaja en el desarrollo del Starship como un sistema de transporte que podría llevar humanos a la Luna y Marte.
Para esta cuarta prueba se han realizado varias mejoras en el software y hardware para aumentar la fiabilidad general y abordar las lecciones aprendidas de la tercera prueba de vuelo. El equipo de SpaceX también implementó cambios operativos, incluyendo el desecho de la etapa caliente del Super Heavy después del impulso de retorno para reducir la masa del propulsor en la fase final del vuelo.
La tercera prueba de vuelo del Starship había logrado avances significativos hacia un futuro de cohetes reutilizables de manera rápida y confiable. La prueba completó varios primeros logros emocionantes, incluida la primera reentrada del Starship desde el espacio, la primera apertura y cierre de la puerta de carga útil del Starship en el espacio, y una demostración exitosa de transferencia de propulsante. Esta última prueba proporcionó datos valiosos para futuras transferencias de propulsante de nave a nave que permitirán misiones como el regreso de astronautas a la Luna bajo el programa Artemisa de la Nasa.
El éxito de esta prueba fortalece la posición de SpaceX en la industria aeroespacial y refuerza su compromiso con la innovación y la exploración espacial. A medida que la compañía continúa perfeccionando el Starship, el sueño de enviar humanos a destinos lejanos como la Luna y Marte se vuelve cada vez más tangible.