Satlantis se encuentra en plena campaña de ensayos ambientales para su nueva generación de satélites GARAI. Estos microsatélites, de aproximadamente 100 kilogramos, incorporan múltiples payloads multipropósito y diversas mejoras a bordo, representando un significativo avance en las capacidades de observación de la Tierra.
En una entrevista publicada en la revista digital del mes de junio de Actualidad Aeroespacial, Jon Paul Babio, Head of Space Systems en Satlantis, director del departamento de Space Systems en Satlantis, compartió detalles sobre su rol y la evolución de la empresa. «Dirijo el departamento de Space Systems y soy el responsable de Plataformas y Misiones espaciales. Mi equipo supervisa el diseño, análisis de misión y operación de satélites en órbita, así como la gestión y ejecución de proyectos y misiones de solución completa», explicó JPB. Habiendo comenzado como becario en Satlantis, Babio ha sido testigo del crecimiento y evolución de la empresa, contribuyendo significativamente a su éxito actual.
Babio también destacó la colaboración con OHB Sweden en el desarrollo de los nuevos satélites GARAI. «Estamos en mitad de la campaña de ensayos ambientales de nuestra nueva generación de satélites GARAI, en la categoría de microsatélite de unos 100 kilogramos con varias payloads multipropósito y mejoras a bordo; es todo un salto de capacidades de observación de la Tierra», mencionó Babio.
Al describir las características distintivas de los modelos isim-170 e isim-90, Babio explicó que estos integran observaciones multiespectrales VIS y NIR a escala submétrica, junto con observaciones SWIR en imagen y video. «El VIS y NIR amplían el campo de visión para aplicaciones de seguridad y desarrollo urbano, mientras que el SWIR permite la observación de la composición química de objetos y gases. En la nueva generación de GARAI, agregamos un canal de polarimetría para discernir más allá del camuflaje y los aerosoles», detalló.
Estas innovaciones permiten al satélite ajustar su orientación para observar objetivos dispersos como fronteras, costas y carreteras. Además, las capacidades SWIR se centran en la detección de fugas de metano, complementadas con observaciones visibles, permitiendo a GARAI expandirse a nuevas áreas.
Desafíos y soluciones Innovadoras
El desarrollo de la nueva generación de satélites ha presentado desafíos significativos, según Babio. «Cada salto en capacidad implica mayores desafíos, pero hemos implementado soluciones innovadoras en estabilidad térmica, cargas estructurales, comunicaciones encriptadas y propulsión eléctrica», afirmó. Este proceso ha sido fundamental para el crecimiento y la posición de Satlantis en el mercado, permitiendo la fabricación, montaje y pruebas de sistemas más grandes y complejos.
El responsable de Satlantis subrayó las ventajas de desarrollar tecnologías propias, destacando la capacidad de personalizar soluciones y mejorar continuamente. «Como fabricantes de cargas útiles y partícipes en el diseño y operación del satélite, podemos cerrar el ciclo completo del proceso. Esto nos permite personalizar soluciones, mejorar continuamente y ofrecer misiones adaptadas a necesidades específicas», comentó. Esta capacidad de gestionar el proceso de principio a fin proporciona a Satlantis una ventaja competitiva en la industria.
La capacidad de Satlantis para gestionar sus propias operaciones es esencial para mantener el control y la eficiencia de sus misiones. «Contamos con una sala de control y software in-house que permiten una gestión personalizada y escalable, adaptándose al ritmo de lanzamiento de nuevos satélites», explicó Blázquez. La automatización con algoritmos y bots facilita la planificación, procesamiento y análisis de datos, asegurando una supervisión continua y manteniendo a Satlantis a la vanguardia de la industria aeroespacial de observación de la Tierra.
Así, Satlantis continúa avanzando en la innovación y desarrollo de tecnología espacial, consolidando su posición como líder en la industria con la nueva generación de satélites GARAI. La combinación de innovación, integración tecnológica y capacidad operativa propia asegura un futuro prometedor para la empresa y sus contribuciones al campo de la observación de la Tierra.