Satlantis ha cerrado 2024 con un crecimiento del 48% en su facturación, alcanzando los 26,3 millones de euros. Su EBITDA se ha duplicado hasta los 8,3 millones, mientras que el beneficio neto ha llegado a los 5,3 millones, casi tres veces superior al del ejercicio anterior.
Estos resultados, auditados por KPMG, posicionan a la empresa como la compañía espacial más rentable del mundo en términos de crecimiento y sostenibilidad financiera. Con una tesorería superior a los 30 millones de euros y una cartera de pedidos de más de 40 millones, la previsión para 2025 apunta a un incremento del 82% en la facturación, alcanzando los 48 millones de euros, y una nueva duplicación del EBITDA hasta los 15 millones.
Mientras muchas grandes empresas del sector informan pérdidas en sus divisiones espaciales, Satlantis ha logrado mantener una rentabilidad sostenida con un modelo de negocio basado en la producción estándar de satélites de observación. Solo el 17% de sus ingresos provienen de programas espaciales públicos, mientras que el mercado internacional representa el 88% de su actividad.
Innovación tecnológica y expansión industrial
«Tras 12 años de existencia, era el momento de demostrar que nuestra propuesta disruptiva lidera el mercado de la Observación de la Tierra», señala Juan Tomás Hernani, CEO de Satlantis. La compañía ha desarrollado satélites con capacidad para generar imágenes sintéticas, combinando óptica y radar para multiplicar por 20 su capacidad de observación. Además, la integración de múltiples sensores—visible, SWIR, criogenia e imagen térmica—proporciona un nivel de detalle sin precedentes.
Con una tasa de éxito del 100% en sus siete lanzamientos espaciales, Satlantis está inmersa en la producción de 17 nuevos satélites en colaboración con socios europeos. Entre sus próximos hitos destacan la serie Graphium, con resolución de 50 centímetros en visible, y la serie Hibiscus de SuperSharp, que alcanzará los tres metros en imágenes térmicas.
La compañía afronta 2025 con el reto de consolidar su capacidad industrial, llevando la producción de satélites a un nuevo estándar de eficiencia y rentabilidad, un paso clave en la evolución del sector espacial.