La cápsula de retorno de la versión de prueba de la nave espacial tripulada de nueva generación de China regresó con éxito este viernes (hora de Beijing) al sitio de aterrizaje de Dongfeng, en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte del país, informó la Agencia de Vuelos Espaciales Tripulados de China (CMSA), según recoge la agencia Xinhua.
Siguiendo las instrucciones del Centro de Control Aeroespacial de Pekín, la nave experimental aplicó el freno y entró en la órbita de retorno. La cápsula de vuelta se separó de la de servicio y aterrizó con seguridad. El equipo de búsqueda la encontró en el plazo previsto y confirmó que su estructura estaba intacta.
China lanzó el pasado martes la versión de prueba sin tripulación de la nueva nave espacial, que fue transportada a la órbita por el cohete Gran Marcha-5B desde el Centro de Lanzamiento Espacial Wenchang en la provincia insular de Hainan, en el sur del país.
La nave espacial experimental voló en órbita durante dos días y 19 horas, llevando a cabo una serie de experimentos espaciales de ciencia y tecnología, indicó la CMSA.
También se probaron tecnologías clave, incluyendo el blindaje térmico y el control durante el reingreso en la atmósfera, así como la recuperación y la reutilización parcial de sus múltiples paracaídas, precisó la CMSA.
La nave tripulada de nueva generación es un vehículo de transporte espacial avanzado adaptado a múltiples tareas. Se puede emplear no sólo en misiones de órbita terrestre baja para apoyar la construcción de la estación espacial de China, sino también para la exploración en el espacio profundo, como misiones tripuladas a la Luna, detalló la CMSA.