El Gobierno portugués ha anunciado la construcción de un nuevo aeropuerto en Lisboa, junto con una serie de proyectos de infraestructura que prometen transformar la conectividad y la economía del país. En una conferencia de prensa, el primer ministro, Luís Montenegro, reveló que el nuevo aeropuerto se ubicará en el campo de Tiro de Alcochete y se denominará Aeropuerto Luís de Camões, en honor al célebre poeta portugués.
Este anuncio se enmarca dentro de un ambicioso plan que también incluye la modernización del actual aeropuerto Humberto Delgado y la construcción de una tercera travesía sobre el río Tajo, además de una conexión ferroviaria de alta velocidad entre Lisboa y Madrid. Según Montenegro, estas decisiones son el resultado de «32 días de trabajo gubernamental desde la aprobación del Programa del Gobierno el 12 de abril».
El primer ministro subrayó que las decisiones, aunque rápidas, han sido cuidadosamente ponderadas y fundamentadas en evaluaciones técnicas. La creación de una Comisión Técnica Independiente jugó un papel crucial en la evaluación de todas las ubicaciones viables para el nuevo aeropuerto, asegurando que la decisión se tomara en base a la mejor información disponible.
Infraestructuras para el futuro
El nuevo Aeropuerto Luís de Camões reemplazará completamente al actual aeropuerto Humberto Delgado, el cual también recibirá inversiones para mejorar su capacidad operativa y la calidad de sus servicios. Este desarrollo es visto como un paso estratégico para garantizar la competitividad de la economía portuguesa, atraer inversiones y promover la cohesión territorial.
Montenegro destacó que la ubicación en Alcochete permite una expansión física considerable, con capacidad para satisfacer una demanda que podría llegar a ser tres veces mayor que la actual. Además, se asegura el crecimiento del hub de la aerolínea TAP en Portugal y se fomenta la capacidad intermodal del sistema de transportes.
Este aeropuerto ha sido diseñado para expandirse a largo plazo, con la capacidad inicial de operar con dos pistas y la posibilidad de ampliarse hasta cuatro pistas. Se estima que podrá manejar un tráfico de pasajeros que superará los 100 millones en 2050.
El nuevo aeropuerto no solo significará una mejora en la infraestructura de transporte, sino que también se espera que genere importantes efectos económicos en la región, creando una nueva centralidad económica y social. La construcción se realizará en terrenos públicos y se garantizará la sostenibilidad ambiental del proyecto.
La centralización en un solo aeropuerto mitiga el impacto ambiental y social en la región de Lisboa, ya que evita la duplicación de efectos negativos que implicaría operar dos aeropuertos. Además, la ubicación en Alcochete, una zona de baja densidad poblacional, contribuye a reducir la exposición al ruido aeronáutico, un problema significativo en Lisboa, que es la segunda capital europea con más habitantes afectados por este fenómeno.
Mientras se construye el nuevo aeropuerto, el Humberto Delgado seguirá operando con una capacidad incrementada para manejar hasta 45 movimientos por hora. Este aumento es necesario para hacer frente a la congestión actual, ya que el AHD ha estado operando por encima de los límites recomendados por la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO) desde 2018.
Las inversiones en el AHD incluirán mejoras en los terminales y en las accesibilidades, conforme al contrato de concesión de ANA (Aeroportos de Portugal). Estas mejoras son críticas para responder a la demanda creciente a corto plazo, que se proyecta alcanzará los 39 millones de pasajeros en 2030.
Beneficios de la ubicación en Alcochete
El Gobierno ha concluido que el Campo de Tiro de Alcochete presenta múltiples ventajas comparado con otras ubicaciones como Vendas Novas. Alcochete se encuentra íntegramente en terrenos públicos, evitando la necesidad de expropiaciones, y ya dispone de una Declaración de Impacto Ambiental, aunque actualmente caducada. Además, su proximidad al centro de Lisboa y a las principales vías ferroviarias reduce los costes y tiempos de desplazamiento.
El coste total estimado para la construcción de las dos primeras pistas del nuevo aeropuerto asciende a 6.105 millones de euros, con la primera pista proyectada para estar operativa en 2030 y la segunda en 2031. El Gobierno está negociando con la concesionaria ANA para acelerar los plazos y permitir que esta compita por la gestión del nuevo aeropuerto, según lo previsto en el contrato de concesión.
El proyecto del nuevo aeropuerto se integra con las líneas de alta velocidad ferroviaria, lo que permitirá una mejor conexión entre los principales aeropuertos del país, incluido el Aeropuerto Francisco Sá Carneiro en Oporto. Esto facilitará el desplazamiento de pasajeros y mejorará la accesibilidad a nivel nacional e internacional.