“Los drones no necesariamente son un peligro para la seguridad de los aeropuertos, si se operan siguiendo el concepto operativo adecuado y por personas capacitadas. Al contrario, pueden aportar beneficios en cuestión de seguridad”, asegura Antonio Licu, jefe de Seguridad de Eurocontrol, en una entrevista que publica en su próximo número la revista Actualidad Aeroespacial.
Para el jefe de Seguridad de la Organización Europea para la Seguridad de la Navegación, “los drones pueden aportar ventajas en cuestión de seguridad, por ejemplo, la monitorización de aves y control de fauna, protección, etcétera”.
“La legislación actual sobre drones -añade- está evolucionando a gran velocidad. El año pasado, la Unión Europea publicó un reglamento delegado sobre sistemas de aeronaves no tripuladas y sobre operadores de terceros países de sistemas de este tipo”.
“Estamos solo en el principio, pero los drones serán, en realidad ya son, parte de nuestras operaciones diarias. Han llegado para quedarse y veremos qué ajustes son necesarios a medida que evolucionemos juntos”.
En opinión de Antonio Licu, “el problema principal son posiblemente los drones pequeños (es decir, aquellos en el segmento de 0,5 a 5 kilogramos) manejados por un público sin formación que en algún momento quedan fuera de su línea visual”.
Según Licu, hay cinco preocupaciones principales en el programa de Seguridad Operacional anual en Network Manager de Eurocontrol:
– mantener el «punto ciego del controlador» como una prioridad de seguridad,
– mantener el “Vuelo sin transpondedor o con uno disfuncional” como una prioridad de seguridad,
– mantener “RA de ACAS no aplicado” como una prioridad de seguridad,
– mantener la «Detección por parte del controlador de una potencial incursión en pista» como una prioridad de seguridad e
– identificar la “Infracción del espacio aéreo” como una prioridad de seguridad.
“Por supuesto, más allá de estos problemas de seguridad operacional derivados de incidentes de gestión del tránsito aéreo en Europa, surgen otros aspectos de seguridad, como nuevos actores en el espacio aéreo (vuelos espaciales y drones), la ciberseguridad y los problemas generados por la crisis de la C0vid-19”, señala Antonio Licu.