La startup española Orbital Paradigm, fundada a finales de 2023 por Francesco Cacciatore y Víctor Gómez, se ha propuesto resolver uno de los principales retos del nuevo ecosistema espacial: el transporte de retorno desde órbita terrestre baja (LEO). En un contexto de crecimiento explosivo de la actividad en LEO, impulsado por las megaconstelaciones, la fabricación en microgravedad, y el auge de estaciones espaciales comerciales, la logística espacial se ha convertido en una pieza crítica del futuro económico y estratégico del espacio.
Diversos análisis de mercado apuntan a un crecimiento sustancial en los próximos años. Según McKinsey y el Foro Económico Mundial, el mercado global de infraestructuras espaciales podría alcanzar el billón de euros en la próxima década. En este escenario, la logística orbital representa una oportunidad estimada en 300.000 millones de euros, según firmas como Omnes y Balderton. Parte de ese valor está en el retorno de productos de alto valor desarrollados en condiciones de microgravedad, como ciertos fármacos o materiales avanzados, que podrían alcanzar precios de millones de euros por kilogramo.
Frente a este panorama, Orbital Paradigm se posiciona como un proveedor de soluciones de retorno reutilizables, con una cápsula de reentrada de pequeño tamaño, guiado hipersónico y escudo térmico cerámico propio. Su propuesta permite aterrizajes de baja aceleración y alta precisión, con el objetivo de facilitar una recuperación rápida y frecuente de cargas útiles en suelo europeo, clave para clientes de experimentación y producción espacial.
Su primer vehículo, llamado KID, está en fase de integración y pruebas, con un lanzamiento previsto para el cuarto trimestre de 2025. Esta primera misión incluirá tres cargas comerciales y servirá para demostrar capacidades tecnológicas clave, como los sistemas de navegación y guiado hipersónico, así como validar materiales del escudo térmico. Será el primer vehículo de retorno diseñado e integrado en España.
Para finales de 2026, la compañía prevé realizar una segunda misión que incorpore reentrada controlada, con propulsión desarrollada por Pangea, y autopiloto autónomo, lo que representa un paso adelante hacia la completa autonomía operativa en el retorno desde el espacio.
Orbital Paradigm ha conseguido contratos con la Agencia Espacial Europea (ESA) y ha conseguido un relevante contrato marco con el CNES francés, consolidando así su papel en el ecosistema europeo. La empresa también colabora con actores del sector espacial tanto en España como en otros países europeos.
A largo plazo, la visión de la startup es clara: desarrollar capacidades para misiones logísticas avanzadas, incluido el reabastecimiento de estaciones orbitales, las capacidades de actuación avanzada en órbita y el transporte suborbital punto a punto, incluyendo aplicaciones en el ámbito de defensa. Su modelo se basa en un ciclo cerrado de lanzamiento, operación en órbita, retorno y reutilización, una propuesta que podría convertir a Orbital Paradigm en una pieza estratégica en la futura economía espacial europea.