Ocho personas fallecieron este domingo al estrellarse el avión privado en que viajaban, un Pilatus Pc-12 contra un edificio a las afueras de Milán (Italia) El piloto, el copiloto y los seis pasajeros, entre ellos un niño, fallecieron en el acto. El edificio se encontraba vacío, según informó la prensa local.
El vuelo del avión siniestrado tardó poco más de tres minutos en estrellarse contra un edificio tras su despegue del aeropuerto de Linate. El avión, que el pasado 30 de septiembre, en un vuelo de poco más de tres horas, había llegado a Milán procedente de Bucarest, tenía como destino Olbia, una ciudad costera del nordeste de Cerdeña.
La aeronave chocó contra un edificio cerca de la estación de metro y el estacionamiento, en el límite con el municipio de San Donato. El clima de Milán era el típico de otoño: un día sombrío con lloviznas, pero nada que pudiera crear problemas particulares para el despegue de un avión. Ahora las autoridades investigarán lo sucedido.
El avión se estrelló tras recorrer poco menos de 20 kilómetros, siguiendo una ruta casi circular. «Hizo un giro con respecto al despegue, probablemente notó una anomalía», dijo un oficial de los bomberos de Milán. Un testigo declaró que el avión estaba en llamas antes de estrellarse: «Vi el avión en vuelo, había perdido el control, había un rastro y llamas debajo del avión”.
La Rai, la televisión estatal italiana, dijo que se creía que los pasajeros eran franceses; pero los bomberos no confirmaron las nacionalidades ni el número de personas a bordo del avión. Sí apuntaron que varios automóviles aparcados en un estacionamiento próximo se quemaron, pero aparentemente los vehículos estaban vacíos en ese momento.