La Asociación de Líneas Aéreas (ALA), organización líder del sector en España con el 85% del tráfico aéreo en nuestro país, rechaza frontalmente la posibilidad de que el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) actualmente vigente, que comprende el período 2017-2021, pueda prorrogarse un año y, por tanto, retrasar el mismo período el segundo DORA, que está previsto para el quinquenio 2022-2026. Este retraso añadiría más incertidumbre a un sector que requiere de estabilidad y certidumbre en los próximos años, que serán clave para su recuperación.
La posibilidad de retrasar un año la aprobación del DORA II ha surgido después de que el Gobierno anunciase la suspensión de la ampliación de El Prat prevista en dicho documento (que contaba con una inversión de 120 millones de euros de los 1.700 millones contabilizados para acometer esta obra en el horizonte 2030), para dar así 12 meses adicionales a las negociaciones entre el Gobierno central y la Generalitat que les permitiese acercar posturas sobre esta obra.
“Las compañías aéreas se muestran en contra de prorrogar el actual DORA, cuya vigencia finaliza este año, pues iría en contra del espíritu de la propia regulación aeroportuaria, que es el de construir un marco de estabilidad y predictibilidad en los próximos cinco años”, señala el presidente de ALA, Javier Gándara.
“Retrasar un año el actual DORA introduciría incertidumbre, pues dejaría abierto el DORA II, habría que retomar los procesos de consultas y comenzar de nuevo casi de cero. Nos encontramos ya inmersos en un período de gran incertidumbre, con una recuperación del sector aéreo incierta que, en el mejor de los casos, se producirá en 2023 o 2024. Frente a esta situación, lo que el sector aéreo necesita es certidumbre y la mayor visibilidad posible en el tiempo sobre las actuaciones previstas en nuestros aeropuertos para los próximos años”, ha afirmado.
El DORA es el instrumento básico de definición de las condiciones mínimas necesarias para garantizar la accesibilidad, suficiencia e idoneidad de las infraestructuras aeroportuarias, y la adecuada prestación de los servicios aeroportuarios básicos de la red de aeropuertos de Aena por períodos quinquenales. Es decir, fija las condiciones mínimas con las que deben contar los aeropuertos, los estándares de calidad o inversiones a acometer y la senda tarifaria, entre otras cuestiones, para el conjunto de los 47 aeropuertos que integran la red de Aena.
Por todo ello, el máximo representante de ALA ha insistido en que se debe mantener el calendario previsto para el DORA II, que debe ser aprobado antes del 30 de septiembre. Además, Gándara ha señalado que no solamente es importante mantener el calendario previsto, sino que el sector necesita una bajada de tarifas aeroportuarias, tal y como ha propuesto la CNMC en su informe al respecto, que daba la razón a las compañías aéreas al coincidir en que esta reducción no comprometería la sostenibilidad del gestor aeroportuario ni los estándares de calidad.