La Comisión Europea ha adoptado un paquete global de transporte que sitúa a la aviación en el centro de la transición energética del sector. Aunque el conjunto de medidas aborda también el desarrollo ferroviario, el Plan de Inversiones en Transporte Sostenible (STIP) constituye el pilar específico destinado a impulsar el despliegue de combustibles renovables e hipocarbónicos en el transporte aéreo y acuático, elementos críticos para alcanzar los objetivos climáticos de la Unión.
Según la Comisión, el cumplimiento de los objetivos establecidos por RefuelEU Aviation requerirá alrededor de 20 millones de toneladas de combustibles sostenibles —incluidos biocombustibles y combustibles electrónicos— de aquí a 2035. Para lograrlo, la UE estima necesarias inversiones por valor de 100.000 millones de euros, una cifra que pone de manifiesto la magnitud del desafío para las aerolíneas, productores y toda la cadena de suministro del combustible aeronáutico.
El STIP pretende enviar una señal inequívoca al mercado: los objetivos de descarbonización de la aviación se mantienen, y la Comisión apoyará el desarrollo industrial necesario para cumplirlos. La estrategia contempla acelerar la producción europea de combustibles biológicos y no biológicos con dos objetivos principales: reducir la dependencia de combustibles fósiles importados y reforzar la competitividad de las industrias aeronáuticas europeas en un contexto global de transición energética.
El plan incluye un conjunto de medidas de inversión orientadas a movilizar al menos 2.900 millones de euros mediante instrumentos comunitarios hasta 2027. Entre ellas destacan:
– Al menos 2.000 millones de euros en InvestEU para alternativas sostenibles al queroseno tradicional.
– 300 millones de euros del Banco Europeo del Hidrógeno para apoyar combustibles basados en hidrógeno destinados a la aviación y el transporte marítimo.
– 446 millones de euros del Fondo de Innovación para proyectos relacionados con combustibles sintéticos de aviación y combustibles marítimos.
– 133,5 millones de euros en I+D vinculada al desarrollo de nuevos combustibles, financiados a través de Horizonte Europa.
Además, la Comisión y los Estados miembros preparan el lanzamiento de un proyecto piloto de la Coalición eSAF Early Movers a finales de 2025, con el objetivo de movilizar al menos 500 millones de euros para iniciativas de combustible de aviación sintético, uno de los vectores considerados esenciales para la descarbonización a largo plazo del transporte aéreo europeo.
El paquete incluye también medidas a medio plazo para reducir riesgos y facilitar las inversiones. Entre ellas, la Comisión trabajará en la creación de un mecanismo que conecte a productores y compradores de combustibles sostenibles, garantizando estabilidad de ingresos y estimulando la capacidad productiva. Asimismo, se prevé reforzar asociaciones internacionales para fomentar la producción global y asegurar importaciones que cumplan los criterios de sostenibilidad europeos, preservando al mismo tiempo la competencia leal para los agentes del sector en la UE.
Con este nuevo plan, Bruselas aspira a acelerar la madurez industrial de los combustibles sostenibles de aviación y a consolidar un entorno de inversión estable en un momento clave para la competitividad y la sostenibilidad del transporte aéreo europeo.











