El pasado día 25, después de un viaje de 205 días y 400 millones de kilómetros, la sonda espacial europea Mars Express encendió su motor principal durante 37 minutos para entrar en una órbita alrededor de Marte. Este encendido le dio a la sonda un impulso para que pudiera igualar la velocidad más alta del planeta en su órbita alrededor del Sol y ser capturada por su campo de gravedad, como trepando en un carrusel giratorio.
Esta maniobra de inserción en órbita fue un completo éxito. Este es un gran logro para Europa en su primer intento de enviar una sonda espacial a la órbita alrededor de otro planeta.
Aproximadamente al mismo tiempo, el módulo de aterrizaje Beagle 2, protegido por un escudo térmico, entró en la atmósfera marciana a gran velocidad y se espera que haya alcanzado la superficie alrededor de las 03:52 CET. Sin embargo, el primer intento de comunicarse con el Beagle 2, tres horas después del aterrizaje, a través del orbitador Mars Odyssey de la Nasa, no estableció contacto por radio. La próxima oportunidad de contacto será esta noche a las 23:40 CET.
El diminuto módulo de aterrizaje fue liberado del orbitador hace seis días en curso de colisión hacia el planeta. Antes de la separación, su computadora de a bordo estaba programada para operar el módulo de aterrizaje a su llegada a la superficie, al final de la tarde (hora marciana). Según el cronograma, los paneles solares deben desplegarse para recargar las baterías a bordo antes del atardecer. La misma secuencia también le dice al Beagle 2 que emita una señal a una frecuencia específica que el Telescopio Jodrell Bank, Reino Unido, estará escuchando más tarde esta noche. Se han programado más contactos por radio en los próximos días.
En el transcurso de la próxima semana, la órbita de Mars Express se ajustará gradualmente para prepararse para su misión científica. Mars Express se encuentra actualmente a varios miles de kilómetros de Marte, en una órbita ecuatorial muy alargada. El 30 de diciembre, el equipo de control en tierra de la ESA enviará órdenes para encender los motores de la nave y colocarla en una órbita polar menos alargada (unos 300 kilómetros pericentro, 10.000 apocentros, 86° de inclinación). A partir de ahí, la nave espacial de la ESA realizará estudios detallados de la superficie del planeta, las estructuras del subsuelo y la atmósfera. La puesta en servicio de algunos de los instrumentos científicos a bordo comenzará a mediados de enero y se esperan los primeros datos científicos a finales de mes.
“La llegada de Mars Express es un gran éxito para Europa y para la comunidad científica internacional. ¡Ahora, solo estamos esperando una señal de Beagle 2 para hacer de esta Navidad lo mejor que podíamos esperar!», dijo David Southwood, director de Ciencias de la ESA. “Con Mars Express, tenemos un observatorio muy poderoso en órbita alrededor de Marte y esperamos recibir sus primeros resultados. Sus instrumentos podrán sondear el planeta desde su atmósfera superior hasta unos pocos kilómetros por debajo de la superficie, donde esperamos encontrar pistas críticas sobre las condiciones de vida, en particular, rastros de agua. Esperamos que esta misión nos brinde una mejor comprensión de nuestro planeta vecino, de su pasado y su presente, respondiendo a muchas preguntas para la comunidad científica y probablemente generando un número aún mayor de otras fascinantes”.