La producción de combustible sostenible para la aviación (SAF) supone una gran oportunidad para generar riqueza y empleos en España. En concreto, podría llegar a suponer hasta 56.000 millones de euros al PIB y unos 270.000 puestos de trabajo.
Para 2050, el sector de la aviación necesitará cinco millones de toneladas de SAF al año. Para alcanzar esta cantidad, un estudio realizado por PwC para Iberia y Vueling estima necesarias entre 30 y 40 plantas de producción repartidas por toda España. En concreto, se ubicarían en zonas rurales, que es donde están las mayores fuentes de residuos que se emplean como materias primas para la producción del biocombustible. Eso contribuiría al desarrollo de la España vaciada y a una mayor cohesión social y territorial. Así, las regiones con mayor capacidad para producir SAF de origen orgánico son Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha, Cataluña, Aragón y Extremadura.
La instalación en España de entre 27 y 35 plantas de biocombustible y cinco más de combustible sintético serían suficientes, según los cálculos de PWC, para cubrir todo el consumo nacional. Sin embargo, dado que el potencial de producción es muy superior a la demanda local, con la instalación de más plantas se podrían exportar grandes volúmenes al mercado internacional. En total, estas plantas podrían alcanzar una producción de 7,2 millones de toneladas de SAF a partir de residuos, a las que habría que sumar otros 55 millones de toneladas de SAF sintético, lo que supondría un potencial de producción de SAF conjunto de 62,2 millones de toneladas.
De este modo, España se convertiría en líder mundial en producción de combustible sostenible. En este sentido, Teresa Parejo, directora de Sostenibilidad de Iberia, asegura que “España tiene la oportunidad de convertirse en una gran potencia productora de SAF porque tiene lo necesario: riqueza de residuos forestales, agrícolas y ganaderos, que son los que se emplean para producir el SAF biológico. Y, además, España va camino de encabezar la producción de hidrógeno verde que, entre otras cosas, se utilizará para producir SAF sintético”.
Por su parte, Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad de Vueling, explicaba que “el combustible de aviación sostenible es fundamental para avanzar en la descarbonización del transporte aéreo, además, ya es una realidad y puede ser utilizado en las aeronaves actuales”. Sin embargo, se hace necesario incrementar su producción para satisfacer la demanda de la industria y aquí “tenemos una gran oportunidad para encabezar la producción de SAF a nivel europeo, aunque requiere de un esfuerzo colectivo de todos los actores para incentivar su producción”.
Según el estudio, será necesario invertir alrededor de 22.000 millones de euros hasta 2050 para el desarrollo del conjunto de las plantas ya que con las infraestructuras actuales solo se conseguiría cubrir un 0,05% de la demanda global de dicho combustible, por lo que es esencial el desarrollo su producción a gran escala.
Además, las aerolíneas solicitan al Gobierno que surja de las próximas elecciones que destinen una parte de los fondos europeos a este cometido. “Queremos que el SAF se convierta en un elemento importante de la agenda mediática y política. Se trata de un reto, pero también de una oportunidad”, asegura Juan Cierco, director corporativo de Iberia.
Desde Iberia y Vueling piden que la inversión no la asuman, como hasta ahora, las aerolíneas y las compañías energéticas en exclusiva. De hecho, las aerolíneas del grupo IAG han asegurado mantener conversaciones en este sentido con Moncloa, el Ministerio de Transición Ecológica y el Partido Popular para impulsar este mercado.