La nave espacial de carga rusa Progress MS-29, que el jueves despegó del cosmódromo de Baikonur, en Kazajstán, se acopló el pasado sábado al módulo Poisk del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional (ISS), informó el Centro de Control de Misiones.
La nave se acopló a la estación en modo automático. El proceso fue controlado por especialistas del Centro de Control de Misión en la Tierra y por los cosmonautas de Roscosmos Iván Vagner, Alexéi Ovchinin y Aleksandr Gorbunov, según informó Tass.
La nave de reabastecimiento Progress MS-29 llevó a la ISS casi tres toneladas de alimentos, combustible y suministros para la tripulación de la Expedición 72 a bordo de la ISS y permanecerá acoplada durante aproximadamente seis meses antes de partir para un reingreso a la atmósfera de la Tierra para desechar la basura cargada por la tripulación.