Los equipos de la Nasa continúan trabajando para solucionar los problemas y colocar su Lunar Flashlight CubeSat en una órbita que permitiría vuelos sobre el Polo Sur de la Luna. La oportunidad de colocar el Lunar Flashlight en tal órbita se extiende hasta finales de abril.
Poco después del lanzamiento el pasado 11 de diciembre, el equipo de operaciones de Lunar Flashlight de la Nasa determinó que tres de los cuatro propulsores de CubeSat estaban funcionando mal. Esto arrojó dudas sobre si la misión podría completar su objetivo científico de detección de hielo superficial en el Polo Sur de la Luna.
Después de analizar la situación, los miembros del equipo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la Nasa y Georgia Tech llegaron a una técnica de maniobra creativa que usaría el propulsor en pleno funcionamiento para entrar en la órbita planificada. Pero al intentar las maniobras modificadas en enero, ese propulsor también experimentó una rápida pérdida de rendimiento y el equipo determinó que Lunar Flashlight probablemente no podría alcanzar su órbita de halo casi rectilínea planificada.alrededor de la Luna.
Después de una mayor resolución de problemas, el equipo de operaciones ha estado trabajando en formas de restaurar el funcionamiento parcial de uno o más propulsores para mantener la nave espacial dentro del sistema Tierra-Luna. Han tenido cierto éxito, pero continúan probando cosas nuevas para despejar las supuestas obstrucciones en las líneas de combustible de los propulsores. Tienen hasta finales de abril para generar el empuje necesario para preservar la oportunidad de permitir sobrevuelos mensuales del Polo Sur lunar.
Los otros sistemas a bordo de Lunar Flashlight continúan funcionando bien y la misión ha completado con éxito todos sus objetivos tecnológicos, allanando el camino para futuras exploraciones planetarias de bajo coste.
El sistema de propulsión miniaturizado de la misión es una demostración de tecnología que nunca antes se había volado en el espacio. Las demostraciones de tecnología son esfuerzos de alto riesgo y alta recompensa destinados a ampliar las fronteras de la tecnología espacial. Las lecciones aprendidas de estos desafíos ayudarán a informar futuras misiones que avancen aún más en esta tecnología.
“Aunque esperábamos que el sistema de propulsión funcionara perfectamente, encontrar y responder a estos problemas es una parte esperada de una misión de demostración de tecnología como ésta”, dijo Justin Treptow, ejecutivo adjunto del programa Small Spacecraft Technology en la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la Nasa. «Las pruebas de vuelo, la evaluación y la resolución de problemas de este sistema ayudan a cumplir el objetivo principal de la misión de explorar el rendimiento real en el espacio de este novedoso sistema de propulsión».
Lunar Flashlight está financiado por el programa Small Spacecraft Technology con sede en el Centro de Investigación Ames de la Nasa en Silicon Valley y dentro de la Dirección de Misiones de Tecnología Espacial de la agencia.