La Nasa y la división espacial de Boeing han revelado los problemas que sufrió la cápsula de lanzamiento Starliner tras el fallo de la prueba de vuelo orbital no tripulada. Así, además de un error en el temporizador de la misión, se ha encontrado un fallo en el software dentro de la secuencia de eliminación del módulo de servicio (SM), que tradujo incorrectamente la secuencia de eliminación de SM al controlador de propulsión integrado (IPC) de SM.
Este error podría haber destruido el vehículo de lanzamiento Starliner por completo, lo que podría tener repercusiones muy graves si no se descubre, ya que podría haber causado la muerte de cada astronauta a bordo de la cápsula.
El equipo se reunió a principios de enero para comenzar las investigaciones y ahora ha identificado las causas directas y las acciones correctivas preliminares para ambas anomalías. Los problemas de comunicación intermitente aún están bajo investigación.
Aunque la Nasa estaba convencida de que el equipo había identificado correctamente la raíz técnica de las dos anomalías, solicitaron al equipo que realizara un análisis más profundo de por qué ocurrieron los fallos, incluido un análisis de si los problemas eran indicativos de debilidad interna. procesos de software o fallos en la aplicación de esos procesos. El equipo está en el proceso de realizar este análisis adicional, así como continuar la investigación de los problemas de comunicaciones intermitentes.
Con respecto a las dos primeras anomalías, el equipo descubrió que los dos defectos críticos del software no se detectaron antes del vuelo a pesar de las múltiples comprobaciones. La intervención en tierra evitó la pérdida del vehículo en ambos casos.
Las averías en la fase de diseño y código produjeron los defectos originales. Además, las averías en la fase de prueba y verificación no lograron identificar los defectos de verificación previa a pesar de su detectabilidad. Si bien ambos errores podrían haber llevado al riesgo de pérdida de la nave espacial, las acciones del equipo de la Nasa-Boeing pudieron corregir los problemas y devolver la nave espacial Starliner de forma segura a la Tierra.
Los defectos de software, particularmente en el código complejo de naves espaciales, no son inesperados. Sin embargo, hubo numerosos casos en los que los procesos de calidad del software de Boeing debieron o pudieron haber descubierto los defectos. Debido a estas averías encontradas en el diseño, el código y la prueba del software, requerirán acciones correctivas sistémicas. El equipo ya ha identificado un conjunto sólido de 11 acciones correctivas de máxima prioridad. Se identificarán más después de que el equipo complete su trabajo adicional.
“Todavía es demasiado pronto para que podamos compartir definitivamente las causas y el conjunto completo de acciones correctivas necesarias para el sistema Starliner”, aseguran desde la Nasa, que revelan que esperan “tener esos resultados a finales de febrero”.
“Queremos asegurarnos de tener una comprensión integral de lo que sucedió para poder explicar completamente las causas fundamentales y evaluar mejor el trabajo futuro que será necesario. Lo más crítico es asegurarnos de que estos pasos necesarios se entiendan completamente antes de determinar el plan para futuros vuelos. Aparte de la investigación de anomalías, la Nasa también sigue revisando los datos recopilados durante la prueba de vuelo para ayudar a determinar ese plan futuro. La Nasa espera que la decisión sobre esta revisión se complete en las próximas semanas”, explican desde la agencia espacial.