En colaboración con la Administración Federal de Aviación (FAA), las aerolíneas comerciales y los aeropuertos, la Nasa ha desarrollado y probado un nuevo programa para gestionar el tráfico aeroportuario en tierra: el sistema integrado de llegadas, salidas y superficie (IADS). En 2022, la FAA comenzó a incorporar las capacidades de este sistema en 27 de los aeropuertos más transitados del país.
El programa de gestión del tráfico terrestre ahorra tiempo a los pasajeros y a las aerolíneas y, al mismo tiempo, reduce los costes de combustible. Si todos los viajeros recorrieran las mismas carreteras a la misma hora todos los días, el tráfico sería insoportable. Eso es exactamente lo que está sucediendo en los cielos de la nación, conocidos como espacio aéreo nacional (NAS). Múltiples vuelos de diferentes aerolíneas intentan utilizar las rutas de vuelo más directas y convergen en los mismos aeropuertos. Con un espacio limitado en las pistas, eso provoca una congestión de tráfico de gran tamaño.
“La mayor parte de la incertidumbre en el NAS se puede atribuir a las operaciones en la superficie y, en particular, a la incertidumbre relacionada con cuándo estará disponible un vuelo para que lo devuelvan desde la puerta de embarque”, dijo Jeremy Coupe, del Centro de Investigación Ames de la Nasa en Silicon Valley, California. Para ayudar a desarrollar una solución, el Centro Ames de la Nasa se centró en cómo mejorar la gestión del tráfico en tierra y la programación de las salidas.
De la misma manera que un agente de tráfico puede evitar atascos en una intersección concurrida, el IADS está diseñado para evitar enredos de tráfico similares. El primer lugar de prueba para el desarrollo del programa fue el Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas en Carolina del Norte, el segundo aeropuerto más transitado de la Costa Este, con solo tres pistas. Alrededor del 75% de ellas son vuelos de conexión.
Antes de IADS, uno de los desafíos que enfrentaba el aeropuerto era la falta de compatibilidad tecnológica: la torre de control del aeropuerto utilizaba un programa de software y la gerencia de tierra utilizaba otro diferente, sin posibilidad de integrarlos. Una llamada telefónica era la forma más común de notificarse mutuamente sobre cambios o problemas. Con aproximadamente 115 aeronaves en tierra en cualquier momento, una demora en la comunicación podía crear complicaciones. Si un avión salía de la puerta de embarque antes de ser notificado de un retraso, podía haber varios aviones esperando en fila en la pista.
“Saber que llegarás a donde necesitas ir cuando la aerolínea dice que te llevará es lo que estresa a la gente cuando viaja, especialmente si intentan hacer conexiones en un aeropuerto como Charlotte”, dijo Lee Davis, director de comunicaciones del aeropuerto. Muchos factores, incluido el clima, influyen en la puntualidad, pero hacer que las operaciones terrestres se realicen de manera predecible es fundamental.
Con datos casi en tiempo real relacionados con salidas puntuales y demoras, las aerolíneas pueden abordar activamente los problemas relacionados con las conexiones para la tripulación, los clientes y la carga. Ya sea en el espacio o en los cielos, las innovaciones de la Nasa continúan haciendo que los viajes sean más eficientes.