Los tripulantes de la Estación Espacial Internacional (ISS) preparan el lanzamiento en estos días de varios pequeños satélites en vísperas del abandono de la nave de carga Cygnus, previsto para este viernes, y del regreso a la Tierra a bordo de la Soyuz MS-13 de tres de los astronautas de la Expedición 61, fijado para el próximo día 6 de febrero.
La astronauta de la Nasa Jessica Meir y su colega Andrew Morgan configuraron en el módulo del laboratorio Kibo de la ISS el pequeño lanzador de satélites Ciclops, cargado con un satélite experimental del Departamento de Defensa norteamericano. Los controladores de la misión luego ordenaron remotamente al brazo robótico japonés que llevó a cabo el despliegue de Cyclops fuera de Kibo durante la noche. El pequeño satélite, repleto de una variedad de experimentos de clima espacial y rastreadores de estrellas, se desplegó en la órbita de la Tierra este miércoles.
Luego, Meir instaló un pequeño lanzador de satélites diferente, llamado SlingShot, en el carguero espacial Cygnus atracado en el módulo Unity. El SlingShot, conectado a la escotilla de Cygnus, lanzará una variedad de pequeños satélites después de que la nave de carga norteamericana salga de la ISS este viernes. El conjunto de ocho CubeSats estudiará diferentes tecnologías ópticas y de comunicación, así como fenómenos atmosféricos y naturales.
La astronauta norteamericana Christina Koch se está preparando para volver a casa el 6 de febrero con sus compañeros de tripulación Luca Parmitano de la ESA y Alexander Skvortsov de Roscosmos. Los tres realizaron pruebas de fugas en el lanzamiento de Sokol y trajes de entrada que usarán a bordo de la nave espacial Soyuz MS-13 cuando ésta aterrice en paracaídas en Kazajstán.
Tras su aterrizaje, Koch habrá vivido en el espacio continuamente durante 328 días en su primera misión. Será superada solo por el ex astronauta Scott Kelly que vivió en el espacio 340 días continuos en lo que ha sido la permanencia más larga en la ISS de un astronauta estadounidense.